8 septiembre, 2024
Salud

Ya se hacen telecirugías en la Argentina

Por Cristina S. Gozzi  (Para La Gaceta del Retiro)

  Con la incorporación de las avanzadas tecnologías de la información y la comunicación (TICs), la asistencia sanitaria está adquiriendo un nuevo perfil en las sociedades desarrolladas. En muchos centros de nuestro país, ya pueden solicitarse y cancelarse turnos por la web, verse los resultados de los análisis de laboratorio desde la propia computadora, pedirse diagnósticos a otro hemisferio mediante el envío de imágenes digitales, así como monitorearse en forma remota la salud de pacientes que están viajando por el mundo. 
Un hito importante que aceleró la implementación de las TICs en la sanidad fue la noticia de que una mujer en Francia  acababa de ser intervenida quirúrgicamente a distancia por un cirujano que teleguió un robot desde Nueva York, EE.UU (Ver recuadro). Hoy, esa cirugía que parecía salida de un cuento de ciencia-ficción, es factible de ser hecha en la Argentina con el sistema quirúrgico da Vinci. “Es la única tecnología de vanguardia disponible en el mercado que permite a los cirujanos realizar intervenciones mínimamente invasivas de una manera nunca antes experimentada”, sostiene la ingeniera María Belén Cepa Fraga, directora de ventas y aplicaciones clínicas de De Lec Científica Argentina S.A., distribuidora regional de tecnología médica de avanzada. 
 Este equipo ofrece a los médicos una mejor visualización en 3D, destreza, precisión y control de las incisiones mínimas que van haciendo en sus laparoscopías, mientras el aparato replica con exactitud los movimientos de la mano del cirujano –que está sentado en la consola– a los instrumentos del robot que se encuentran dentro del cuerpo del paciente. Cepa Fraga asegura que esas intervenciones mínimamente invasivas disminuyen la pérdida de sangre durante el procedimiento quirúrgico y la probabilidad de infecciones post operatorias. Hay menor traumatismo y dolor post quirúrgico y una rápida recuperación y pronto retorno a las actividades cotidianas. Además, brindan excelentes resultados en cirugías de resección tumoral y preservación de tejido sano, comparados con las técnicas quirúrgicas convencionales. Al respecto, es importante aclarar que todo cirujano que desee comenzar a utilizar el Sistema da Vinci debe cumplir previamente un estricto protocolo de entrenamiento a nivel internacional denominado Technology Training Pathway estipulado  por Intuitive Surgical, la empresa fabricante del equipo.  Y también las instrumentadoras deben ser adecuadamente capacitadas. 

  Cepa Fraga destaca que en sus inicios, el sistema da Vinci fue desarrollado por la fuerza militar estadounidense para poder realizar cirugías a distancia en entornos de guerra y no exponer a los cirujanos. 
  En la actualidad, existen 3.000 da Vinci instalados en todo el mundo; más de 2.000 en los Estados Unidos, 450 en Europa y 240 entre Asia, Oceanía y América. En la Argentina, cuatro instituciones ya cuentan con un da Vinci activo: el Hospital Italiano de Buenos Aires y el Complejo Médico Policial Churruca-Visca de la CABA, el Hospital Escuela de Agudos Dr. Ramón Madariaga de Posadas, Misiones y el Hospital de Trauma y Emergencias Dr. Federico Abete  de Malvinas Argentinas, Provincia de Buenos Aires. 
“Al día de hoy, se han superado los 1200 procedimientos robóticos da Vinci en el país. Entre ellos, se destacan las cirugías ginecológicas, las urológicas y las transorales para extirpar tumores en la base de la lengua y en las amígdalas”, señala Cepa Fraga. Y agrega que está previsto desarrollar las cirugías de tiroides, cáncer de colon y recto, la de páncreas, las hepatobiliares, las colectomías y las torácicas. Y aclara que aquí, todavía no se han efectuado procedimientos a distancia.

LA PRIMERA TELECIRUGÍA DE LA HISTORIA


En 2001, una paciente de 68 años de Estrasburgo, Francia, fue intervenida quirúrgicamente a distancia por el doctor Jacques Marescaux desde Nueva York, EE.UU. Un robot llamado Zeus y una comunicación casi instantánea, a través de la fibra óptica, le permitió extraerle la vesícula en 54 minutos estando a 15.000 km de distancia. Mientras el cirujano movía el instrumental como si estuviera operando directamente, sus movimientos (los llamados “gestos quirúrgicos”) fueron registrados por los brazos del robot, quien los reprodujo sobre el cuerpo de la paciente. Vale acotar que el médico supervisaba lo que hacía el robot gracias a un sistema de video que dirigía con su voz y a una comunicación ultrarápida que le permitía reaccionar a tiempo frente a cualquier contingencia de la operación. “En el futuro, podremos compartir el gesto quirúrgico: cualquier cirujano experto podrá participar en una operación en cualquier parte del planeta”, pronosticó Marescaux en esa oportunidad. Asimismo, anticipó que en unos años, el robot formará  parte del aparataje habitual. Si bien es cierto que siempre cirujano y paciente van a preferir estar cerca, hay circunstancias en es necesario obrar con premura y a distancia, como en este caso. El robot Zeus fue superado por el da Vinci, a partir de la fusión de Computer Motion, la empresa que lo fabricaba, conIntuitive Surgical en 2003.