31 marzo, 2025
Entrevistas

Un lugar único para el género lírico en Buenos Aires cumple años

Por Josefina del Solar.

La Casa de la Opera de Buenos Aires, un lugar único para el arte lírico en esta Ciudad, está a punto de cumplir 20 años. Fue creada por la gran soprano argentina Adelaida Negri, quien a su brillante carrera internacional como cantante suma desde entonces una labor enorme y sostenida por la difusión del género y la promoción de jóvenes intérpretes.

Es imposible resumir en una nota todo lo realizado en esta Casa, un espacio familiar transformado en sede de tertulias excepcionales. Allí precisamente,  para que nos contara sobre esta actualidad de su generoso emprendimiento, entrevistamos a Adelaida Negri, quien hace algunos meses fue declarada Personalidad Destacada de la Cultura por la Legislatura porteña.

 

En pocos días estarás festejando algo importante acá en la Casa de la Opera.

-Sí, sucede que hace 20 años abrimos las puertas de esto que era la casa paterna y la destinamos a Casa de la Opera. Es decir un lugar en el que se pudieran reunir los amantes de la ópera y los estudiantes de este género lírico a través de charlas, conciertos, conferencias y enseñanza de la ópera. Por esta Casa pasaron cantidades de estudiantes, muchos de los cuales hicieron una brillante carrera. Y eso nos da una gran satisfacción porque significa que hemos ayudado,  impulsado a mucha gente. Por otro lado la segunda función de la Casa ha sido representar en teatro, con todo -orquesta, coros, vestuarios, escenografía- óperas que no estaban en los repertorios operísticos habituales. Muchas de ellas en Europa son de audición frecuente, pero aquí eran primeras audiciones. Por ejemplo Roberto Devereux o Maria Stuarda de Donizetti, que no se representaban, también La Straniera o El Pirata, de Bellini. Estos autores -Donizetti, Bellini y Rossini- son conocidos por un par de óperas, en general ópera bufa, cuando en realidad el repertorio serio de ellos es muy importante. Aparte estrenamos Loreley de  Catalani, que no se había hecho nunca en la Argentina; Cecilia de Licinio Refice, que se había hecho solamente en el año ´34 cuando vino Refice con Claudia Muzzio; y  nunca se había hecho el Poliuto de Donizetti. En fin, muchas óperas que se representaron en primera audición o se exhumaron.

¿Cómo surgió la idea de crear la Casa de la Opera?

– Surgió a partir de un momento en el que mi madre ya había fallecido y quedó mi papá solo en esta casa. Ya estaba muy anciano, y decía que era una pena que esta casa se perdiera, porque fue construida por mi abuelo, su papá. Un día me dijo: por qué no hacés un conservatorio. Pero  la idea no me atraía tanto, yo prefiero así como lo hemos hecho. Porque cada estudiante que viene a la Casa tiene sus propios profesores, aquí lo que se hace es concertar una ópera; en cambio un conservatorio implica más una enseñanza constante y un privilegio hacia los alumnos, y aquí nadie es privilegiado. Dan una audición y se les da la oportunidad que merecen de acuerdo a lo que saben.

¿Qué recordás especialmente de estos 20 años?

-En realidad tengo que recordar a las personas que me apoyaron. En principio nuestro querido amigo Juan Aguirre que cuando falleció fue para nosotros un gran golpe, porque él fue quien ideó el colocar todos los cuadros que había en ese momento, con las fotografías de las óperas que se representaron. Como era museólogo hizo toda una historia cronológica. Fue uno de  nuestros pilares. También recuerdo especialmente la visita del maestro Giancarlo Menotti, que estuvo tan contento de estar acá. Representamos para él The Telephone, fue una gran visita. Lo mismo cuando vino Juan Pons, que habló con los cantantes y les dio consejos. También Andrea Merli, crítico musical italiano de la revista L´Opera de Milán. Vino en tres oportunidades, hizo la Opereta italiana, la Canción Popular italiana y después Viva la mamma, que sería Le convenienze teatrali de Donizetti, pero arreglada a su manera con nuevos personajes. Esas fueron tres  personas que dieron más lustre a nuestra actividad. Pero recuerdo mucho la ópera Cecilia de Refice, y el Poliuto, porque invitamos gente del exterior. De Uruguay vinieron cantantes, y de Brasil, especialmente Miguel Geraldi el tenor que estuvo en tres oportunidades; Glacimere Oliveira la soprano estuvo cantando en dos óperas, y Douglas Hahn también. Los tres brasileños.

¿Eso fue en el Teatro Avenida?

– Si, los tres fueron en el teatro Avenida, con La Gioconda, Cecilia y Poliuto. Y hay cantidad de artistas que con orgullo decimos que están cantando muy bien, en teatros importantes: Carlitos Natale que hizo con nosotros el dificilísimo rol del pescador en Guillemo Tell, y ahora está viviendo en París haciendo carrera allí; Gustavo López Manzitti, Leonardo López Linares, María Luján Mirabelli … Y hay que recordar que hace 20 años no era como ahora, no había absolutamente nada de esto, era una originalidad tener una casa así. Y elegimos los lunes a la noche para las actividades porque en el Teatro Colón es el día de descanso, entonces pueden venir los cantantes, y maestros repertoristas, que fueron realmente un puntal para nosotros: Susana Frangi, Susana Cardoné, Jorge Ugartamendia, Horacio Rogner, pianistas repertoristas como los de antes, entre comillas, que ayudaron mucho a la concertación de óperas y a formar espectáculos de mucho interés.

Decías como los de antes… ¿Qué ha cambiado tanto en ese sentido? 

-Ha cambiado la forma de enseñar el repertorio. O sea el repertorio no es simplemente solfear bien, sino poner la frase, llevarla hacia un cierto destino, conmover con la frase. Lo que yo observo actualmente -pero no solo aquí, en todo el mundo- es que hacen la ópera pero no te conmueven. Puede ser por una cuestión técnica, por dar una seguridad al artista, pero el artista tiene que involucrarse en el personaje. No solamente dar bien las notas, sino transmitir el personaje al público, que se conmueva con esa persona que llora por amor, que sufre, mata, o que finalmente muere, todo eso que nos dan las obras teatrales. Eso es tarea del maestro de repertorio más que del maestro de canto, que es quien da los elementos para que la voz dé el fuerte, el piano, la coloratura. El maestro de repertorio es el que tiene que avivar la mente del cantante para decir: esta frase puede ser de tal o tal modo, para llegar al público a través del personaje. Los cantantes tenemos que transmitir, además de la música, una poesía que está en el texto.

Siempre buscaste hacer ópera en forma tradicional, quiero decir sin entrar en distorsiones extrañas como se hace actualmente ¿no?

– Bueno, esas distorsiones vienen más en las puestas, la música por suerte hasta ahora se ha respetado. Yo hice puestas en varios casos, por ejemplo aquí y en Brasil. Hicimos La Bohème, Pagliacci; también en La Manufactura Papelera hice régies, y en el teatro 25 de Mayo hicimos La Traviata.  En todos los casos trato de ser original pero dentro de la tradición. No me gustan las trasposiciones de tiempo porque no indican la verdadera esencia del texto.

Se descontextualiza…

– Exactamente. Se nombran épocas o lugares puntuales que no son lo que se ve en escena.

¿Y cómo va a ser el festejo del 20 aniversario?

-Ah, es una sorpresa (se rie). Vamos a hacer una reunión, a la que mucha gente ya ha dicho que va a venir, un repaso en lo posible de lo que hemos hecho, queremos justamente mostrar los estrenos y a tantas personas que han actuado conmigo.

¿Cuáles son los proyectos o perspectivas de la Casa, después de este 20 aniversario?

– Bueno, nuestra forma de ser es siempre la misma. Por suerte el público se renueva, interesa esto que se inició inspirado en las tertulias europeas de siglos anteriores.

Tenemos que señalar aquí para quienes no hayan venido, que es un ámbito muy distinto al de un teatro, porque al ser realmente una casa, da algo muy cálido y muy íntimo.

– Si, los que vienen se quedan encantados, porque si piensan en un teatro, oscuro a lo mejor, es en cambio un lugar ameno, con el hogar, y los cuadros que recuerdan las actuaciones. Además  tratamos de que el público se sienta tan cómodo como los cantantes.

Y en el resto del año ¿hay algún proyecto en especial?

-Seguiremos con las tertulias, pero también pensamos en hacer una ópera, veremos cuáles son las posibilidades económicas, de espacio y demás. Es que hace un tiempo fui nombrada Personalidad Destacada en el Ámbito de la Cultura por la Legislatura de la Ciudad. Eso me ha dado mucho ímpetu y ganas de seguir haciendo, porque pienso que si ocupamos un espacio importante tenemos que hacer honor a ese espacio.

Función aniversario

La Casa de la Opera de Buenos Aires dará una función especial por su 20º aniversario. Se proyectarán fragmentos de las muchas óperas y recitales líricos con actuaciones de la propia Adelaida Negri junto a importantes cantantes y músicos, organizados durante esas dos décadas en escenarios de esta Ciudad y en la misma Casa de la Opera.

El encuentro, que cerrará con un cocktail, será el lunes 12 de junio a las 20 hs. en Manuel Samperio 969 (altura Montes de Oca al 500). Tel.4307-7055.