25 noviembre, 2024
Cultura

“Un concierto como Plegaria de Fe, Amor y Esperanza”. Cierre de Ciclo 2021

Tal como vinimos informando en La Gaceta del Retiro, tuvo lugar el último concierto solidario del Ciclo 2021. Fue el Domingo 12 de Diciembre a las 16 horas en el Convento Santo Domingo – Basílica Ntra. Señora del Rosario sita en Defensa y Belgrano de nuestra ciudad.

Aquel domingo, tras una lluvia intensa de mediodía, se dio cita el sol. Su presencia y compañía, hizo más agradable el tránsito peatonal por la zona histórica del barrio San Telmo y permitió a los artesanos mantener sus puestos de venta a lo largo de la calle Defensa entre Av. Hipólito Irigoyen y Humberto Primo.

Porteños y Turistas se lanzaron a la calle a disfrutar de ese atractivo paseo. Siempre resulta de frecuente interés el ingreso al atrio de la Basílica donde se erige el mausoleo que alberga los restos del Gral. Manuel Belgrano, obra del escultor italiano Ettore Ximenes.

Una vez allí, la curiosidad del visitante es recibida con la presencia de los Padres Dominicos vestidos con su hábito blanco que invitan a ingresar al Templo y participar de la visita guiada que ellos mismos ofrecen. La Orden de los Dominicos, en Buenos Aires desde aproximadamente mediados del S. XVI y hoy bajo responsabilidad del Fray Jorge Scampini, Prior del Convento y Perito de la Comisión Episcopal de Ecumenismo, ofrece la Basílica como espacio para el desarrollo de conciertos de Música Sacra como Celebración de Fe.

Es menester recordar que hablamos de un sitio histórico, donde se desarrollaron los combates de las Invasiones Inglesas y se guardan algunos trofeos de guerra tales como, dos banderas del Regimiento n° 71 Highlanders, dos estandartes de la Marina Real Británica, dos banderas realistas donadas por Manuel Belgrano y una imagen de la Virgen del Rosario de la Reconquista y Defensa de Buenos Aires traída del Perú, que cuenta con más de trescientos cincuenta años.

La propuesta desarrollada a partir de la apertura este templo y de otros espacios eclesiásticos como habituales lugares de conciertos gratuitos en la ciudad de Buenos Aires, posibilitó una vez más el reencuentro entre artistas y público, reavivando un circuito cultural mermado por la pandemia que aún continúa entre nosotros.

Vale recordar que en los rigurosos tiempos del aislamiento preventivo, social y obligatorio, los músicos en particular y los artistas en general, se volcaron a nuevos espacios para compartir sus producciones. El mundo comenzó a asistir desde sus hogares al formato streaming, que impacto tecnológico mediante, permitió ver y oír contenidos transmitidos a través de internet y redes sociales en sus diversos modalidades y propuestas.

Claro que el contacto entre intérpretes y oyentes refiriéndonos al concierto propiamente dicho, atrae a los interesados que interactúan en un momento único e irrepetible.

Así sucedió con la propuesta solidaria llamada “Un concierto como Plegaria de Fe, Amor y Esperanza” que comenzó a rodar el 19 de Septiembre pasado. Esta comprende la interpretación de la obra Stabat Mater de Pergolesi en latín y encierra entre sus objetivos el poder llegar a la mayor cantidad de público posible. A su vez, otorga la posibilidad de transformar la Música en un instrumento de unidad y oración demostrando que el arte es un factor vinculante, social y cultural que puede dar paso a la solidaridad.

Esto sucede y cobra sentido cuando los asistentes, a modo de entrada, colaboran con un alimento no perecedero que luego es destinado a aquellos que menos tienen.

Si bien existen múltiples y diversas propuestas artísticas, ésta originó un Tour de Iglesias – Ciudad de Buenos Aires que continuará en el año 2022. Tal como el término lo indica, la recorrida iniciada en la Parroquia Ntra. Sra. de la Esperanza – Puerto Madero, tiene en agenda varios espacios religiosos más y aspira a sumar a aquellos templos que se interesen en el ofrecimiento y quieran abrir sus puertas.

El responsable de esta propuesta es ENSAMBLE XXXII, un Grupo de Música de Cámara que recorre desde hace varios años los circuitos culturales más reconocidos de la ciudad y que en cada presentación suma nuevos seguidores. Sus integrantes, Gastón Orlando, Facundo Sacco y Daniel Sánchez, en Violines, Leandro Castillo en Viola, Pablo D´Elía en Violoncello, Hugo René Sanz en Contrabajo y Daniel Izzi en Continuo, todos músicos formados en los Conservatorios y Universidades de Artes del país y con estudios de perfeccionamiento en el exterior, han convenido en invitar a otros artistas notables tales como Roxana Horton (Soprano), Laura Benítez Silenzi (Mezzosoprano) ambas integrantes del Coro Estable del Teatro Colón y al eximio Mtro. Juan Casasbellas, graduado con primera Medalla de Análisis en el Conservatorio Nacional de Rueil – Malmaison (Francia), país donde además realizó estudios complementarios de Música Medieval y Renacentista.

Tal como lo explica Hugo René Sanz, Gestor Cultural y Productor Artístico del concierto a La Gaceta del Retiro, la propuesta tiene carácter de donación, ya que los artistas obsequian su participación y su arte en forma desinteresada.

La misma solo necesita que los responsables eclesiásticos abran las puertas de sus templos permitiendo el desarrollo del concierto. Si bien el montaje del mismo requiere de una breve pero necesaria logística necesaria, la misma también está incluida y es provista por ENSAMBLE XXXII.

El magnífico espacio de concierto que es la Basílica de Nuestra Señora del Rosario, la posibilidad de contar con un programa de mano en latín y español que permitió seguir el texto de la secuencia interpretada, la pulcritud y presencia estética de los artistas en escena delante del presbiterio, y la observación inevitable y como fondo de la tubería del órgano detrás del altar mayor fue, en cada momento, un deleite visual para todos los asistentes.

El corolario mayor, sin dudas, fue la interpretación del célebre Stabat Mater compuesto por Giovanni Battista Pergolesi en 1736. En idioma latín, es una secuencia o himno del aleluya gregoriano atribuída al Papa Inocencio III y al franciscano Jacopone da Todi, y data del s. XIII. Comienza con las palabras Stabat Mater dolorosa (“De pie la Madre sufriendo”). Como plegaria, medita sobre el sufrimiento de María, la madre de Jesús, durante la crucifixión de su hijo.

La interpretación de la obra gozó de una dinámica musical de contrastes sobresalientes entre el delicado diálogo de las cuerdas y el continuo, sumado a la capacidad vocal, coloratura, expresión y potencia en las voces de Roxana Horton (soprano) y Laura Benítez Silenzi (mezzosoprano), propietarias ambas de un volumen, amplitud y timbre por demás generosos que afinan, balancean y empastan admirablemente.

Si bien la obra está dividida en doce números, la explicación previa y la solicitud de no aplaudir entre número y número, propició la escucha atenta y el seguimiento del hilo conductor del texto a través del programa de mano.

De tal manera, el público permaneció en silencio durante todo el desarrollo de la obra e incluso, una vez terminada la misma y posterior al cierre gestual de la batuta del Mtro. Juan Casasbellas; el silencio se prolongó por un breve espacio más. Tímidamente aparecieron los primeros aplausos que, rápidamente, comenzaron a multiplicarse fundiéndose en enérgicos vítores ante el saludo de los intérpretes. Es que la música tiene esa magia de lo auditivo, de lo estético, de lo visual y de transformarse en la taquigrafía de la emoción. Como a su vez transcurre en el tiempo, podemos afirmar que los que estuvimos allí fuimos testigos de un momento único, irrepetible y fascinante que colmó de magia un recinto caudaloso en historia argentina, propicio para la Plegaria, luminoso para la Fe, concordable con la afinidad del Amor y abierto a la invitación de ese estado de ánimo insoslayable que es la Esperanza.

Sin dudas el logro de ENSAMBLE XXXII se corresponde ampliamente con su propuesta de concierto. Los interesados podrán acceder a los contenidos a través de las redes sociales de uso común.

FOTO: Los intérpretes en la Basílica de Santo Domingo.