19 abril, 2025
Salud

Sobre el virus del Zika

Por Cristina Gozzi


El virus del Zika –nombre del bosque de Entebbe (Uganda), donde fue descubierto en 1947 en monos, siete años antes de que se detectara la primera infección en humanos en Nigeria–, que se transmite por la picadura de un mosquito infectado, el  
Aedes aegypti, el mismo que transmite el chikunguña, el dengue y la fiebre amarilla, ha hecho su irrupción en América. Según un informe de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) del 27 de enero pasado, dicho virus ha estado circulando desde 1950 en poblaciones de África, Asia y las islas del Pacífico.
Se sabe que en los casos en que la enfermedad se manifiesta, uno de cada cuatro infectados, la persona puede tener fiebre menor a 39º, dolor de cabeza, debilidad y dolor muscular y en las articulaciones, inflamación en manos y pies, sarpullidos y conjuntivitis sin secreción. Pero no se sabe con certeza qué otras complicaciones puede acarrear. De hecho en la Polinesia francesa, en una población de 270.000 habitantes, se documentaron 72 casos del síndrome neurológico de Guillain-Barré, y se sospecha que el Zika tiene algo que ver con ese trastorno inmunitario, que daña la vaina de mielina que recubre los nervios, lo que provoca hormigueos, entumecimiento, debilidad y hasta parálisis muscular.
Lo cierto es que el Zika ingresó a Brasil, donde el primer caso se presentó en mayo de 2015. A esta altura del año, ya se instaló en todo el continente. Dado que el aumento de la temperatura y el fenómeno de El Niño han influido en la extensión de las zonas tropicales y subtropicales, la Organización Mundial de la Salud (OMS) prevé una expansión que podría llegar al sur de Europa.
Si bien los síntomas que provoca el Zika son más leves que los del dengue y el chikunguña, se sospecha que el aumento de casos de microcefalia –una malformación por la cual los niños nacen con el cerebro más pequeño, lo que limita su desarrollo en 19 estados del Brasil– esté asociado a ese virus, lo que ha hecho sonar la alarma en los sistemas de salud de todo el mundo. Ante la urgente realidad, a petición de los representantes de los estados miembros presentes en Ginebra para la reunión anual del Consejo Ejecutivo de la OMS (138º período de sesiones del 25 al 30 de enero de 2016), esta entidad realizó una sesión informativa sobre el virus del Zika el 28 de enero. Allí, la doctora Margaret Chan, directora general de la OMS expresó que la propagación del virus es explosiva y que el nivel de preocupación es extremadamente alto, igual que el de incertidumbre. 
El doctor
 Claudio Maierovitch, director de vigilancia de enfermedades transmisibles del Ministerio de Salud del Brasil sostuvo que los bebes nacidos con microcefalia entre 2014 y 2015 ascienden a 4180, cuando antes de la epidemia Brasil sólo tenía 150 casos por año. Pero, tal como aseguran muchos virólogos locales, Bruce Aylward, director general para emergencias de la OMS, afirmó que  el vínculo causal entre el Zika, la microcefalia y otros trastornos neurológicos, como el síndrome de Guillain-Barré, no es sencillo. “Hay todavía muchas preguntas sin respuesta”, acotó. Y destacó que en 700 casos de microcefalia reportados, el Ministerio de Salud brasileño sólo pudo encontrar el virus en seis bebes. “Esto puede deberse a que los tests de diagnóstico no son fiables, a que la madre pudo haberse infectado con el Zika, pero el virus ya no estuviera detectable en la sangre del bebé. Tampoco se sabe si cruza la placenta, si el impacto es mayor en una u otra etapa de la gestación, ni qué ocurre cuando un mosquito se infecta con más de uno de los virus circulantes”. Hasta se habló de la hipótesis de que la microcefalia se desarrollara en madres infectadas con el dengue y el Zika en forma simultánea. Aylward estimó que hasta el momento, los reportes de coinfección son anecdóticos. “No hay que entrar en pánico. Tenemos que preocuparnos, pero no alarmarnos. Y vigilar la circulación de los tres virus”, sugirió.
Mientras sesionaba la OMS, el Zika fue el tema predominante en la reunión de la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) realizada en Quito, Ecuador. La presidenta de Brasil Dilma Rousseff señaló que la mayoría de los países está adoptando un modelo similar al brasileño con la participación de las fuerzas armadas en el combate para la erradicación física de los criaderos y la eliminación de las aguas estancadas. Asimismo prometió una lucha “casa por casa” contra el mosquito, se mostró confiada en el pronto desarrollo de una vacuna y propuso diseñar una estrategia regional para luchar contra el Zika.
El 1 de febrero, la OMS sesionó de urgencia con 18 virólogos internacionales y declaró la emergencia sanitaria global. Uno de los médicos convocados, el argentino Fernando Althabe, del Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria, aclaró que “lo que constituye una emergencia internacional es la epidemia de microcefalia y los trastornos neurológicos, ya que para la enorme mayoría, la infección con Zika es como un resfrío, o directamente asintomática”. 
Mientras los investigadores están tratando de confirmar o descartar si el virus Zika es la causa de las microcefalias y los trastornos citados, se recomienda protegerse con mosquiteros e insecticidas para el ambiente, vestirse con ropas claras con mangas y pantalones largos y evitar los perfumes. Y a las mujeres que estén cursando el primer trimestre de embarazo, se les recomienda no viajar a los países tropicales.