29 abril, 2025
Actualidad

Santa María la Mayor, última morada del Papa Francisco

Por Josefina del Solar
La muerte reciente del Papa Francisco y el cumplimiento de su deseo de ser enterrado en la
Basílica de Santa María la Mayor, situada en Roma pero fuera de la Ciudad del Vaticano,
atrajo la atención sobre esta iglesia, desde ya una de las más importantes de la Ciudad
Eterna.
Mucho se puede decir sobre ella, en primer lugar que es una de las cuatro llamadas
basílicas mayores o basílicas papales, junto a San Pedro en el Vaticano, San Juan de Letrán
y San Pablo Extramuros. Fue construida originalmente por encargo del Papa Liberio
alrededor del 360 d.C sobre un templo pagano. Luego tuvo varias reconstrucciones y
restauraciones a lo largo de los siglos, lo que hace que mantenga elementos y características
arquitectónicas de diferentes épocas y estilos. En ese sentido es la única basílica que
conserva su planta original paleocristiana. Se considera la primera iglesia edificada para
venerar a la Virgen María, y según la tradición fue la misma Virgen la que indicó en sueños
a un patricio romano dónde deseaba que se construyera una iglesia. Además, una milagrosa
nevada trazó en el suelo el perfil de la iglesia, por lo que se la llamó inicialmente Nuestra
Señora de las Nieves. En algún momento de la historia fue también residencia de los papas.
En esta iglesia celebró su primera misa como sacerdote el creador de la Orden de los
Jesuitas san Ignacio de Loyola, el 25 de diciembre de 1538.
La iglesia tiene varias capillas. En una de ellas, la Capilla Paulina, aloja la imagen de la
Virgen " Salus Populi Romani ", protectora del pueblo de Roma, y de quien el Papa
Francisco fue gran devoto. El primer día de su papado concurrió a rezar frente a esta
imagen, y cada vez que viajaba, antes y después de hacerlo volvía allí a rezar. Esto
seguramente lo decidió a dejar por escrito su voluntad de ser enterrado en Santa María la
Mayor, aunque se dijo que habría recibido también en sueños un mensaje de la Virgen para
que definiera allí su última morada. Esto lo diferencia de la mayoría de los papas que
descansan en San Pedro, aunque no es el único pontífice en tener su tumba en Santa María
la Mayor. Francisco se encuentra en una sencilla tumba en un punto de la nave izquierda de
la iglesia, cercano a la Capilla Paulina que custodia a la imagen de la Virgen Salus Populi
Romani.

FOTO: La iglesia Santa María la Mayor, con su alta torre y su fachada que semeja un
palacio.