16 septiembre, 2024
En Buenos Aires

Salvar vidas en dos ruedas: la médica que atiende emergencias del SAME en moto

El SAME es el Servicio de Emergencias Médicas de Buenos Aires. Atiende habitualmente
con sus ambulancias. Pero también tiene un sistema motorizado. Compartimos a
continuación un artículo sobre este importantísimo servicio urbano con la entrevista a la
primera médica que trabaja en él. El artículo fue publicado en la página web de la Ciudad.

Florencia Fontana es la primera mujer en integrar el escuadrón de doctores motorizados de
ese servicio de salud porteño. “Pensar que empieza el día y que uno puede ayudar a alguien
es lo que más me gusta de trabajar acá”, afirma
En su foto de perfil de WhatsApp, Florencia Fontana posa con su uniforme verde y rojo. Su
mano izquierda la apoya en el manubrio de una moto casi tan grande como ella, de 650 cc;
su otro brazo sostiene el casco. De fondo, la Plaza de los Dos Congresos, el palacio
legislativo y un cielo celeste impoluto, sin una sola nube. Con decisión, sus ojos apuntan al
norte: es la primera mujer en integrar el escuadrón de motos del SAME.
La misma decisión que tuvo desde chica.“Desde que tengo memoria quise ser médica”,
asegura y, aunque le llevó un tiempo decidir la especialidad, optó por emergentología, la
que mejor se ajustaba a su determinación.
“La emergencia es algo que llama la atención: cómo será, si uno estará capacitado para
atender, si puede manejar la adrenalina, los nervios y el trabajo en equipo. Y te das cuenta
en el momento que te podés preparar, pero las situaciones te terminan formando y uno se
pone a prueba todos los días”, relata Fontana.
La adrenalina la motiva. Según la motomédica, todos los días son distintos. Trabajar en el
SAME significa llegar a las 7.30 de la mañana a la central sin saber a qué hora va a volver.
Es una no-rutina que la obliga a tomar cada mate que le ofrecen o a comer cada vez que
puede porque, tal vez, no vuelva a hacerlo hasta altas horas de la noche. Si la radio suena,
ella enciende la sirena, acelera y se pierde en el tránsito porteño.
“La importancia del escuadrón es la atención rápida y la medicalización de la escena
prácticamente de manera inmediata” dice Florencia Fontana. También advierte: “Hay
palabras prohibidas en la medicina”. Entonces, buscará sinónimos y dirá que las jornadas
“apacibles” terminan a las 16.30, más o menos.
Antes, ella hizo el Doctorado en Biomedicina, fue becaria del CONICET y, por sus
antecedentes e investigación, se integró al servicio de emergencias porteño. Posteriormente,
pasó a trabajar en Telemedicina del SAME. En marzo de este año se sumó al equipo: “Me
tocó estar en el momento y lugar indicado”
El escuadrón nació en 2022 a raíz de un problema que se advirtió con la proliferación de
manifestaciones: las ambulancias tardaban mucho tiempo en atravesar las calles ocupadas
y la atención urgente se demoraba. De allí que los profesionales estén particularmente alerta
las veces que se desarrollan protestas.

A su vez, patrullan las arterias de mayor circulación del centro porteño, las avenidas y las
autopistas, con el objetivo de llegar antes a los accidentes y aprovechando la capacidad de
las motos para escabullirse entre los autos.
Los vehículos son más chicos, pero no por eso tienen menos herramientas. Cada uno tiene
tres baúles en los que llevan lo necesario para atender una emergencia, desde gasas, vendas
y cuellos ortopédicos hasta un cardiodesfibrilador, pasando por medicación y vías para
aplicarla en el auxilio.
Salvo excepciones, los profesionales andan de a dos dado que, a veces, se necesita más de
un médico para atender las situaciones que se les presentan. Así, los miembros del equipo
especializado forjan un sólido compañerismo.
Juan Noir es la otra mitad del binomio que componen con Fontana. Tiene 47 años y hace
décadas que forma parte del SAME. Como a su compañera, le apasiona de su trabajo no
saber con qué se va a encontrar durante el día. Se aburre con la rutina. Antes de subirse a la
moto, integraba el escuadrón aéreo, al que la gestión de Jorge Macri le incorporó
equipamiento para que pudiera funcionar a la noche y, así, llegar en menos de cuatro
minutos a atender cualquier urgencia en el territorio porteño. 
La flota del servicio de emergencias de la Ciudad cuenta, entonces, con cuatro tipos de
vehículos que se utilizan según lo que requiera la urgencia. “Todos son medios de
intervención rápida y tienen la capacidad de llegar, atender y estabilizar a cada paciente”,
expresó el Jefe de Gobierno, que también inauguró las unidades de psiquiatría del servicio
de emergencias de la Ciudad.
Noir explica que su profesión los obliga a construir una suerte de armadura, un escudo
psicológico para que las escenas más impactantes no entorpezcan su accionar cuando tienen
que atender un auxilio.
No obstante, el SAME cuenta con un equipo de psicólogos y psiquiatras que atienden a las
víctimas en las urgencias, pero que también charlan con los profesionales de la salud
cuando ellos lo necesitan.
De los casos más difíciles, Fontana se lleva aprendizajes: “Hay algunos que te van
marcando, tanto en la personalidad como en el accionar profesional, pero de cada uno me
llevo algo, siempre en pos de mejorar para el próximo evento”.
Cuando los médicos arriban a una escena, las tareas son muchas: deben evaluar la cantidad
de víctimas, sus edades, qué tipo de incidente aconteció, realizar el triage para juzgar la
gravedad de la emergencia y, finalmente, dar un parte de la situación por radio a la central,
que determinará cuántos móviles serán necesarios para trasladar a los heridos.
Cada moto tiene tres baúles con lo necesario para atender emergencias: desde gasas, vendas
y cuellos ortopédicos hasta un cardiodesfibrilador.
“La importancia de que exista este escuadrón es la atención rápida y la medicalización de
la escena prácticamente de manera inmediata”, indica Fontana. Su familia está feliz y
orgullosa por ella: siempre valoraron al SAME como institución pública de salud.
Fontana también está contenta. En su labor confluyen sus dos pasiones, las motos y la
medicina. “Pensar que empieza el día y que uno puede ayudar a alguien y salvar una vida
o asistirla y el compañerismo que hay en todo el SAME es lo que más me gusta de trabajar
acá”, concluye.
Con su armadura puesta, disfruta de la adrenalina que la emergencia lleva consigo. Fontana
es la primera en llegar a la escena en la que cada segundo vale. Su determinación salva
vidas. Rápidamente debe decidir cómo proceder en un auxilio, con la misma seguridad que
eligió, de chica, que sería médica.

Fuente: www.buenosaires.gob.ar

 

FOTO: Dra. Florencia Fontana (Foto: Juan Manuel Laurens / GCBA).