Murales de Seoane en el barrio
Por Josefina del Solar
Luis Seoane fue un pintor, dibujante, grabador, muralista y escritor, argentino por
nacimiento – nació en Buenos Aires en 1910- y gallego por el origen de su familia y por
haberse criado desde los 6 años de edad en esa región española, particularmente en La
Coruña. Allí hizo sus estudios, y llegó a recibirse de abogado en la Universidad de Santiago
de Compostela. Ya en los años ‘30 al estallar la Guerra Civil Española vuelve a Buenos
Aires donde había nacido y donde va a desempeñarse como periodista, escritor e ilustrador
y a desarrollar una profusa obra artística, tanto en pintura como en lo que va a ser parte
importante de su obra: los murales. Su obra poética, vinculada en sus temas al exilio y la
emigración de gallegos a nuestro continente, se va a editar también años después. Y en
1968 la Academia Nacional de Bellas Artes lo incorporó como académico de número. A
partir de esa década viaja a menudo a Galicia. Falleció en 1979 en La Coruña, donde se
creó posteriormente la Fundación Seoane, dedicada al estudio y la difusión de su obra.
Algunas de las ideas rectoras eran la necesidad de la integración de las artes, y también la
de plasmar una obra en resonancia con el arte de su tiempo, pero expresando al mismo
tiempo el espíritu de Galicia. Y el conocimiento de los grandes muralistas mexicanos como
Rivera y Siqueiros lo impulsaron a volcarse a esa especialidad artística, en la que
experimentará con técnicas y materiales.
La mayoría de sus murales se encuentran en Buenos Aires. Las reseñas de patrimonio
artístico de la Ciudad registran 25 murales de Seoane ubicados en exposición pública –
galerías comerciales o teatros, como el San Martín, por ejemplo- y en ámbitos privados,
particularmente en edificios de departamentos. Y como no podía ser menos, Retiro cuenta
con algunos de ellos. Mencionamos en este caso Mater Gallaeciae, obra de 1958, que se
encuentra en la Galería Las Victorias (Libertad 948) y muestra tres figuras femeninas
realizadas en hierro y bronce sobre una base de mosaico veneciano de color amarillo. Este
mural fue puesto en valor hace unos años. Otra galería de la zona, la Galería Larreta de
Florida al 900, exhibe un mural sin título realizado en mármoles en 1959. Y completando el
itinerario por este barrio de Retiro puede admirarse otro de sus trabajos en la entrada de un
edificio particular de Esmeralda al 1000. Se trata de Campesiñas. As pescadoras, también
de 1959, para el que utilizó vidrio, resinas sintéticas, cemento y metal.
Estos murales de Seoane forman parte, afortunadamente, del patrimonio artístico porteño.
Por ello, el Gobierno de la Ciudad ha dispuesto en oportunidades su puesta en valor, y
realizado asimismo circuitos guiados para que muchos más vecinos y visitantes tengan la
oportunidad de conocerlos y admirarlos. Sobre ellos ha escrito alguna vez el propio artista:
“A bastantes murales dediqué cuanto pude de mi destreza de pintor utilizando distintos
recursos técnicos y variando constantemente de procedimientos. Usé juntamente con
materiales nuevos, los naturales y arcaicos como la piedra, los mármoles, el hierro y el
bronce. Técnicas artesanas muy antiguas como la cerámica, el vitral o el mosaico, cuando
no simplemente la pintura con resinas sintéticas producidas por la química industrial. En
cuanto a los procedimientos del pasado resultan siempre nuevos y conservan el misterio
que proviene de su lejana historia…”
FOTO: Mural de Seoane en la Galería Las Victorias, de Libertad al 900 (Foto La Gaceta
del Retiro).