19 abril, 2025
Salud

Médicos argentinos harán el primer trasplante de útero humano de Latinoamérica

Por Cristina Gozzi. (Para La Gaceta del Retiro). 

Ya nadie duda de que la ciencia avanza a pasos agigantados. En los últimos años ha permitido cosas inimaginables. Quizás el más reciente avance en materia de fertilidad sea el trasplante de útero. Con dicho procedimiento, aquellas mujeres que nacieron sin ese órgano, o que lo perdieron por alguna causa médica, podrían convertirse en madres. Ya nacieron cinco bebés en Suecia mediante esa intervención, cuyo fin es conseguir la maternidad natural en mujeres sin útero. 

Con el objetivo de hacer realidad el título de este artículo, en marzo pasado se realizó una conferencia para dar inicio a la investigación experimental en la Argentina. Entre los participantes, estuvieron los doctores Pernilla Dalhm Kahlr y Mats Brännström del grupo sueco a cargo del protocolo del trasplante uterino, el doctor Sergio Papier,  director del Centro de Medicina y Genética Reproductiva (CEGyR) y presidente de la Asociación Latinoamericana de Medicina Reproductiva (ALMER) y el doctor Sebastián Gogorza, jefe del departamento de ginecología del Hospital Italiano de Buenos Aires.

Papier recordó que en septiembre de 2012 nació en Suecia el primer bebé del mundo engendrado en un útero trasplantado. “Pero hoy ya son cinco los niños nacidos bajo este procedimiento”, acotó. Por su parte, Brännström destacó que se trata de una práctica que está en etapa experimental, pero que podría beneficiar a una de cada 4.000 mujeres en el mundo. Y agregó: “Se estima que en 5 a 10 años, el procedimiento podría ser clínico en Argentina”. 

En cuanto a los requerimientos para someterse a la intervención, se hizo hincapié en que la paciente ideal no debe padecer enfermedades infecciosas, cánceres, ni obesidad; no debe ser fumadora y debe ser capaz de producir sus propios óvulos. Si bien no hay límite de edad, es preferible que sea menor de 35 años, para garantizar una funcionalidad reproductiva óptima. Después de seleccionar a la paciente receptora, se busca una donante que tenga sus deseos reproductivos cumplidos y que no posea patologías infecciosas ni cánceres. Cuanto más parecidas sean desde el punto de vista inmunológico, la donante y la paciente, las probabilidades de rechazo serán menores. En la mayoría de las prácticas efectuadas, las donantes fueron madres o hermanas de la paciente. “Si bien la mayoría de las donantes tienen entre 50 y 60 años, el primer bebé nacido gracias al trasplante de útero fue posible gracias a una mujer de 61 años en el momento de donar y 63 en el momento del nacimiento. Además, tenía siete años de posmenopausia” amplió Dalhm Kahlr.

Los expertos explicaron que los embriones se pueden transferir después de transcurrido un año del trasplante, luego de que la paciente haya hecho un tratamiento de fecundación in vitro. La primera prueba del éxito de la operación es la aparición de la menstruación y su continuidad en la receptora. Luego, se realizan diversos estudios de control tales como ecografías y análisis de sangre sumamente completos. Una vez que la paciente da a luz, si no desea tener más embarazos en el corto plazo, el útero implantado se extrae, para liberarla de los inmunosupresores. “En nuestro protocolo, lo retiramos después de un máximo de dos nacimientos o 5 años, para que la paciente no desarrolle anticuerpos” agregó Dalhm Kahlr.

En cuanto a los riesgos, los especialistas aclararon que son los mismos de cualquier otro tipo de trasplante. Y destacaron que este procedimiento cuenta con dos ventajas: que se trata de pacientes totalmente sanas y que una vez que el órgano ha cumplido su función, puede ser retirado al igual que la medicación inmunosupresora. Por su parte, Gogorza sostuvo que el procedimiento de trasplante de útero es una gran posibilidad de dar respuesta a mujeres que desean tener un hijo a pesar de sus limitaciones. Y acotó: “Es un orgullo poder colaborar desde el hospital, ya que contamos con un equipo profesional preparado y con vasta experiencia en cirugías y trasplantes, además de las instalaciones y tecnologías necesarias”. 

Finalmente, Brännström declaró: “Debemos aprender, investigar y esperar que el procedimiento no se convierta en una rutina clínica, sino que como se ha hecho hasta ahora, se analicen en cada caso, las condiciones de donantes y receptoras para que sea seguro y eficaz. Además, estamos aunando los criterios de realización por medio de un comité científico que se encargue de la validación de cada caso y su realización en los centros que cuenten con la tecnología correspondiente y los profesionales indicados. La técnica es segura y muy promisoria”.

Se  ensayó con una oveja
Esa misma semana de marzo, los médicos que participaron en la conferencia realizaron el ensayo de un primer trasplante de útero en una oveja.  Con el fin de que se conozcan los detalles de la técnica, el equipo sueco –que ya consiguió realizar siete trasplantes exitosos en su país, luego de una década de investigación – dirigió la remoción y la reimplantación del útero de una oveja, procedimiento que duró cinco horas y se efectuó con todo éxito en el Hospital Italiano de Buenos Aires.  “La cirugía fue un éxito. El órgano recuperó su función y su vascularización”, detalló Gogorza, Por su parte,  Papier destacó: “En Suecia, el procedimiento se efectuó durante diez años en animales antes de hacerse en mujeres”.  Vale acotar que ya hubo nueve casos ensayados bajo estricto protocolo de investigación –que requiere consentimiento informado y práctica gratuita, entre otras condiciones. El resultado fue exitoso en cinco mujeres, quienes concibieron niños sanos.  “La idea es poder replicarlo en el país”, aseguró Papier.

La operación fue transmitida en directo para los asistentes al foro internacional “Trasplante uterino, de la utopía a la realidad“, organizado por ALMER.