Lo llaman El Rulero
El barrio de Retiro, como lo hemos consignado más de una vez en esta publicación, tiene
un patrimonio arquitectónico importante, que todavía puede señalarse como tal, a pesar de
tantas demoliciones que se han hecho por diversas causas, y que hoy –mirando viejas
fotografías de la zona, con edificios que ya no existen- todavía duelen. Y dentro de ese
patrimonio tiene indudablemente algunas edificaciones únicas e inconfundibles, entre las
cuales el Kavanagh es un ejemplo bien definido.
También queremos mencionar en ese sentido a la Torre Prourban. Claro que así
mencionada, es casi seguro que tenemos que pensar más de una vez cuál es, antes de
ubicarla. Es que ésta edificación es mucho más conocida por su apodo, diríamos. Todo el
mundo la identifica como El Rulero, ya que por su forma cilíndrica y sus ventanas
cuadradas y simétricas semeja un de aquellos implementos que ya casi no se usan, pero que
en algún momento fueron muy populares para rizarse el pelo.
Muchas veces hemos escuchado decir que El Rulero es un edificio feo, idea que prevaleció
sobre todo en sus primeros años; incluso hubo una en cuesta realizada por un importante
diario que lo señaló como el más feo de Buenos Aires. Sin embargo no compartimos esa
opinión, al menos desde una perspectiva actual. Por el contrario, pensamos que es un
edificio con personalidad propia, tanto es así que podemos ubicarlo entre los únicos e
inconfundibles de este barrio.
Nuestro famoso Rulero comenzó a construirse en 1979, y se inauguró en 1983. Puede
decirse que su ubicación –Avenida del Libertador y Carlos Pellegrini- es privilegiada,
porque le da una proyección única, que le permite ser visto desde diferentes ángulos. Fue
diseñado por los arquitectos Flora Manteola, Javier Sánchez Gómez, Josefina Santos, Justo
Solsona y Rafael Viñoly con Carlos Salaberry como arquitecto asociado, y construido por
la empresa Creaurban.
En lo más alto de su estructura tuvo diferentes publicidades, y tuvo también un gran auge
como sede de oficinas. Actualmente y en este último sentido, puede decirse que comparte
con otros edificios de la Ciudad un destino incierto, dados los cambios que se vienen
produciendo en las actividades comerciales y administrativas por diferentes circunstancias,
pero en especial por las innovaciones tecnológicas. J.del S.
FOTO: La Torre Prourban más conocida como El Rulero, un perfil inconfundible de Retiro.