22 noviembre, 2024
Salud

La salud de las venas: su cuidado

 Por  C. Gozzi
Evitar el sobrepeso y las fuentes de calor, vestirse con ropa cómoda, estar activo y refrescar las piernas son algunos de los consejos que ayudan a disminuir los síntomas de la insuficiencia venosa al llegar el verano.
  Cada primavera, con la llegada del calor, los flebólogos incrementan el número de pacientes que acuden a la consulta por el agravamiento de los síntomas de la insuficiencia venosas y por la aparición de las várices. Es que el aumento de la temperatura suele provocar retención de líquidos en las piernas (edemas) y la dilatación de las venas.             Si bien siempre se aconseja la prevención, no siempre es posible evitar la aparición de este síntoma. “Esto se debe a que, incluso controlando los factores de riesgo, la genética influye. No obstante, existen distintas medidas  que se pueden aplicar de forma sencilla y que contribuyen a disminuir los síntomas, retrasar la aparición de nuevas varices y retardar su empeoramiento”, sostiene el doctor Santiago de Salas (MN 98.247), médico especialista en cirugía general, flebología y linfología y miembro de  la Asociación Argentina de Cirugía (AAC).
  Ante la gran cantidad de consejos con escaso rigor científico, de Salas señala que  la AAC menciona algunas recomendaciones basadas en la evidencia científica y que pueden ayudar a la población afectada a adoptar las medidas más eficaces. Como primera instancia, hay que evitar las fuentes de calor. “El calor favorece la dilatación venosa. Por eso, no conviene tomar sol en las piernas entre las 11 y las 16 hs, depilarse con cera caliente, caminar por suelos calientes ni tomar baños calientes de vapor o sauna”, afirma de Salas.  Asimismo, se recomienda no olvidarse de colocarse una crema con factor de protección solar (FPS) mayor a 30 al estar al aire libre, y  no sólo para tomar sol. “Hay que recordar que el sol siempre está”, advierte de Salas.
  Otro tip a tener en cuenta es usar ropa cómoda. “La ropa demasiado ajustada comprime las venas y dificulta el retorno venoso y la microcirculación, por lo que aparecen varices y celulitis. Es aconsejable evitar los pantalones demasiados ajustados, las fajas, los cinturones y las medias con elásticos fuertes, sobre todo en personas mayores que tienen tendencia a la retención de líquido en las piernas. Esto no sucede con el uso de las medias elásticas de compresión terapéutica, ya que por su diseño de compresión graduada decreciente, comprimen más en el pie y en el tobillo, y cada vez menos hacia arriba, beneficiando el retorno venoso. Con respecto al calzado, hay que tener en cuenta que los zapatos de taco alto reducen la superficie de apoyo del pie y los zapatos planos la aumentan demasiado. Un taco de 2-4 cm es el más aconsejable”, afirma el cirujano.
  También es importante evitar el estreñimiento y el sobrepeso. Una dieta rica en fibras, una buena hidratación (beber dos litros de agua al día), un consumo limitado de grasas saturadas (como manteca y carnes rojas) y un consumo adecuado de frutas y verduras, conforman una dieta rica y variada, que permite combatir al mismo tiempo el estreñimiento y el sobrepeso, que tienen una influencia negativa en las varices. “Cuando la sangre tiene que ingresar desde las piernas hacia el abdomen, si hay mayor presión o volumen por sobrepeso, se dificulta el ingreso, siendo un factor importante de alteración del retorno”, explica de Salas. Además, un consejo básico es mantenerse activo, fuera de las horas de mayor irradiación, haciendo un deporte u otras alternativas. “Caminata, bicicleta, cinta o natación son los ejercicios más recomendados. Caminar es un ejercicio beneficioso para la circulación venosa, siempre que se practique en forma regular y con un calzado apropiado. La planta de los pies, irrigada por numerosas venitas, actúa como una bomba y a cada paso, su aplastamiento impulsa la sangre favoreciendo el retorno venoso. Después, las contracciones de los músculos de las piernas, sobre todo los de las pantorrillas, favorecen la progresión de la sangre hacia el corazón. Por eso, la práctica de gimnasia, bicicleta, golf o baile, también estimulan el retorno venoso”, asegura el entrevistado. Es claro que las piernas deben estar en acción. “Hay que evitar estar mucho tiempo de pie o sentado, en particular con las piernas cruzadas, ya que esa postura predispone a la insuficiencia venosa. Por la fuerza de la gravedad, esas posturas provocan el estancamiento de la sangre en las venas. Es conveniente moverse y dar pequeñas caminatas durante el día o hacer algunos ejercicios o distintos movimientos con los pies”. Un ejercicio sano, que calma la pesadez, consiste en invertir la posición de las piernas: estando acostado en el piso, elevarlas, apoyarlas en una pared y permanecer unos minutos en esa posición. Si puede repetirse, el beneficio es mayor.  
  Si la persona con varices va a realizar un viaje prolongado, se recomienda levantarse de vez en cuando y caminar unos minutos para favorecer el retorno venoso. “En el caso de viajes en auto, conviene efectuar paradas cada dos horas aproximadamente y dar paseos por las áreas de descanso, al menos durante 5 minutos. También es aconsejable utilizar medias elásticas de compresión graduada decreciente, darse masajes ascendentes en las pantorrillas, hacer ejercicios circulares con los tobillos para evitar que los muslos reposen sobre el asiento, y hacer ejercicios con los pies, levantando de forma alternada las puntas y, luego, los talones”, agrega de Salas. También se aconseja refrescar las piernas. El frío provoca la contracción de las venas. Por lo tanto, al achicarse, llevan menos sangre y baja la temperatura en las piernas. “Las duchas de agua fresca en las piernas activan la función venosa y alivian la sensación de pesadez y de dolor”, afirma el entrevistado. Y meterse en la pileta o caminar por la orilla del mar asocia la actividad física y la acción vasoconstrictora. Además, existen algunas cremas o geles que contienen mentol o alcanfor, que  aumentan la velocidad del retorno venoso y alivian la sensación de pesadez y molestias en verano. Conviene aplicárselos con masajes hacia arriba, desde el pie hacia el muslo, siguiendo el sentido de la circulación venosa. A los pacientes que ya estén en tratamiento, la AAC les recuerda no olvidarse de tomar sus medicamentos, aunque estén de vacaciones en el mar.