23 noviembre, 2024
En Retiro

La electricidad y las primeras usinas en el barrio

Historia de Retiro en fotos Por Josefina del Solar

 

El barrio de Retiro ha sido -lo tratamos más de una vez en estas páginas- un ámbito en el que se dieron las primeras experiencias de algunos servicios públicos de la Ciudad de Buenos Aires.

Algunos números atrás recordábamos sobre este punto lo referido al alumbrado público. Mencionábamos al respecto que desde la época de Rosas la iluminación de las calles se hacía con faroles a aceite. Luego eso comenzó a cambiar cuando en 1856 se instaló la primera usina o Fábrica de Gas, como se la llamaba, en el predio en el que actualmente está la Torre de los Ingleses. Esta usina inauguró el sistema de alumbrado público a gas, y va a estar allí durante unos cuantos años, transformándose en un símbolo de la modernización en la Ciudad.

Pero la iluminación eléctrica también surge en principio en Retiro. Uno de los primeros experimentos locales para aplicar la que por entonces era una novísima técnica de alumbrado se realiza en 1886 en el “Panorama de Retiro”, un lugar de entretenimiento en el que se hacían precisamente juegos de luces, ubicado en un sector de la actual Plaza San Martín. También en la zona se hizo una experiencia importante de iluminación de un edificio. Esto fue en 1888 en el Hotel de Inmigrantes.

Cabe señalar que las experiencias iniciales sobre la iluminación eléctrica para la Ciudad de Buenos Aires se hicieron poco después de las realizadas en el mismo sentido en Nueva York y en París, donde se vivían las mayores innovaciones en materia urbanística. Y pronto se van a instalar en la capital porteña las primeras usinas generadoras de energía eléctrica. Entre ellas la más importante va a ser la de la Compañía Alemana Trasatlántica de Electricidad (CATE), que se ubicó precisamente en Retiro, en 1898. Pertenecía al grupo alemán AEG, fundado en Berlín una década y media atrás como Compañía Alemana de Electricidad. Esta había decidido extender su actividad hacia el territorio americano, de allí que agregó a su denominación el término Transatlántica. Eligió para su radicación en primer lugar a la Argentina, que estaba en ese momento en un período de gran expansión económica y modernización. Para instalarse construyó un edificio en la esquina de Paraguay y Reconquista, desde el cual proveyó de energía eléctrica a la Ciudad, y en los años siguientes fue haciendo acuerdos y comprando usinas de otras compañías, conformando así el monopolio de la actividad.

En 1907 esta empresa obtiene de la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires la concesión para la prestación de este servicio por el término de 50 años. Las derivaciones de esa situación de exclusividad son extensas y complejas, se han tratado en trabajos especializados, y no podemos tratarlas aquí sobre todo porque exceden lo que nos interesa en este punto. Agregamos solamente que con la derrota de Alemania en la Primera Guerra Mundial se hizo muy difícil que la CATE continuara con la provisión de electricidad para la Ciudad, sobre todo por las dificultades para invertir. Es así que en 1921 la empresa se vende a la Compañía Hispano Americana de Electricidad (CHADE).

Los cambios en el barrio hicieron que estas usinas ya con armonizaran con un desarrollo arquitectónico y urbanístico en general que ya se estaba dando, por lo que se trasladaron a otras zonas de la Ciudad.

 

FOTO: Usina de la Cía. Hispano Americana de electricidad, situada en Paraguay y reconquista.