Hazaña de Güemes en el Retiro
Por Josefina del Solar
El 17 de junio se conmemora un aniversario del fallecimiento de Don Martín Miguel de
Güemes (1785-1821). La fecha es feriado nacional desde el año 2016, cuando por un
decreto del presidente Mauricio Macri se instituyó como tal en todo el ámbito del país, sin
duda como reconocimiento a la importancia y la incidencia que tuvo el accionar de este
militar y político salteño en el desarrollo del proceso emancipador de la Argentina.
Güemes fue con sus gauchos el heroico defensor de la frontera norte del país contra los
realistas, lo que le fue encomendado incluso por el General San Martín. Esto posibilitó que
en 1816 se proclamara la independencia de las que eran entonces las Provincias Unidas del
Río de la Plata, y también que el propio San Martín prosiguiera su campaña libertadora
hacia Chile y Perú.
Es decir que mencionar a Güemes implica pensar inmediatamente en Salta y en la llamada
Guerra Gaucha del Noroeste Argentino. Sin embargo podemos también recordar al héroe
en importantes hechos ocurridos en Buenos Aires.
Siendo muy joven, casi un niño, a la edad de 14 años Güemes comenzó su carrera militar.
Perteneció al Regimiento Fijo de Salta, el cual por orden del virrey Sobremonte, en 1805
se traslada a Buenos Aires. Esto hizo que en 1806 y 1807 el joven soldado participe aquí en
las luchas contras las dos Invasiones Inglesas.
Sabido es que el actual barrio de Retiro fue uno de los escenarios esenciales en esas luchas
por la Reconquista de la Ciudad de Buenos Aires. Y es aquí precisamente el lugar en el que
tuvo Güemes una presencia destacada. Una embarcación británica -el Justine, o Justinia
según alguna traducción- que llegó hasta la cosa para bombardear la Ciudad, por una
inesperada bajante del Río de la Plata quedó varada a la altura del Retiro. Eso fue
aprovechado por un grupo de caballería de Pueyrredón que tomó por asalto al barco. Entre
los valientes soldados jinetes estaba Güemes, que según un relato posterior comandaba el
grupo. Esto ocurrió el 12 de agosto de 1806, y paradójicamente, visto desde la actualidad,
se dio en donde se halla hoy la Torre de los Ingleses, frente a la Estación Retiro, ya que el
Río de la Plata llegaba por entonces hasta allí.
Lo inusual del ataque tomó por sorpresa a los ingleses. Es que no era común precisamente
que un barco fuera abordado a caballo. Alejandro Gillespie, capitán del ejército británico
que llegó a estas costas integrando las tropas de la primera Invasión, en una suerte de diario
personal que llevaba y en el que dejó testimonios muy valiosos sobre la invasión vista del
lado inglés y sobre esta Ciudad y sus pobladores, consignó el hecho. Señala Gillespie:
“Había un buque mercante en este tiempo que se había acercado a la ciudad para traficar;
que nos fue de utilidad esencial. El ‘Justinia’, de 26 cañones, una vez alijado, fue tripulado
con oficiales y cien marineros de la escuadra, además de su dotación. El día de nuestra
rendición peleó bien y con sus cañones impidió todos los movimientos de los españoles no
solamente por la playa, sino en las diferentes calles que ocupaban, también expuestas a su
fuego. Este barco ofrece un fenómeno en los acontecimientos militares, el de haber sido
abordado y tomado por caballería al terminar el 12 de agosto, a causa de una bajante
súbita del río”. (*)
Las luchas por recuperar Buenos Aires y expulsar a los invasores en esa ocasión estuvieron
llenas de episodios heroicos. Pero éste sin duda destaca tanto por la valentía con que se
llevó a cabo como por lo inusual en un hecho militar. Y allí estuvo el joven Güemes, que
más adelante va a regresar a su Salta natal, con lo que sigue otra historia, claro que
vinculada también al destino de la patria.
(*) Alejandro Gillespie: Buenos Aires y el interior. La Cultura Argentina, 1921.
FOTO: Toma del Justine. Oleo de Juan Francisco Cancio Lazo.