25 noviembre, 2024
En Retiro

María Adela Baldi, una figura de la gastronomía argentina

Muchas cosas pueden contarse sobre María Adela Baldi, quien nos ha dejado en estos días, a los 96 años. Una vida dedicada a la cocina, que fue su profesión, la que la hizo famosa podemos decir, ya que desde muy joven se dedicó a ella: escribió artículos, libros, y utilizó los medios audiovisuales como la radio y la TV, y más recientemente una página de Internet,  para transmitir todo su conocimiento. Peo también tuvo otras dedicaciones: su familia, la música, los viajes, la historia particularmente de la gastronomía, sobre la que sabía muchísimo y también podía deleitarnos con eso. Y  le encantaba recibir, abrir su casa con generosidad para deleitar convidando alguna delicia de sus propias manos acompañando el café, por ejemplo, y contar cosas de su vida y trayectoria que gustaba recordar, con la ayuda de fotos, recortes, premios recibidos, que mostraba con satisfacción pero sin alardes.

María Adela Baldi en una de sus actividades en El Socorro (Foto Parroquia del Socorro)

Alguna vez la entrevistamos para La Gaceta. Y en este momento queremos rescatar algo de lo que nos contó en aquella oportunidad. En primer lugar el recuerdo de su padre, don Angel Baldi, reconocido chef, que fue quien la impulsó a iniciarse en el mundo de la cocina. Él  llegó a dirigir Le Cordon Bleu en Buenos Aires, la famosa escuela internacional de arte culinario, donde estudiaron también Petrona C. de Gandulfo y otras personas destacadas en el rubro.

Aunque su gusto estaba en la música -estudió violín durante varios años- cuando María Adela tenía 15 años su padre la convocó para que aprendiera a cocinar. “Él tenía una cátedra en las Escuelas profesionales, actuales escuelas técnicas”, nos contaba en la ocasión M. Adela. “Era en Flores, tenía que levantarme a las cinco y media de la mañana. Fui como oyente dos años  y no me gustaba lo que tenía que hacer, porque como estudiaba violín me cuidaba mucho las manos. Pero se ve que algo me quedó, porque doña Lola Pietranera después de que falleció mi padre quería dar clases de cocina, y estaba buscando al que fue ayudante de mi padre. Yo estaba recién casada, necesitaba trabajar, entonces mi madre me sugirió por qué no iba yo. Ya había dejado el violín porque estando casada no podía. Comencé con Lola que me animó, y ahí me di cuenta de todo lo que sabía, lo que había aprendido con mi padre”. La evidencia de un destino que parecía marcado.

Después fue el trabajo en los medios: la revista Vosotras y algunas más, hasta que apareció la oportunidad de la TV, en el programa Buenas Tardes Mucho Gusto, que conducía una muy joven Annamaría Muchnik. Contó que al principio estaba casi muda del susto, pero que después allí le empezó a gustar realmente el trabajo de difusión de la cocina. Y allí se hizo conocida del público. Después, durante 14 años tuvo a su cargo la página de gastronomía del diario La Nación, hizo radio, y hasta no hace mucho tenía una página de Internet en la que no sólo enseñaba a cocinar sino a ser anfitriona, “para que invitar no tenga que ser un problema sino un placer”, nos dijo.

Algo que resaltaba en María Adela Baldi, hasta hace poco tiempo en que la veíamos a menudo, era su carácter, su actividad, y su actitud, que no reflejaban absolutamente su edad. Siempre llena de inquietudes y de ideas, hasta esta pandemia que nos obligó a no salir, a no vernos, trabajaba asiduamente para la Parroquia del Socorro, su parroquia, ya que además era vecina de nuestro barrio de Retiro. Sobre esto nos decía cuando la entrevistamos: “Yo siempre viví en esta zona. Un tiempo por alguna razón nos fuimos a vivir a Belgrano, y yo no me acostumbraba, quería volver a esta zona donde nací, a la que le tengo un gran cariño, particularmente a la iglesia del Socorro. Acá me casé, crié mis hijos, ellos tomaron su primera comunión, festejé también mis 50 años de casada. Así que en cuanto pude volví acá”.

En el Socorro dio clases de cocina gratuitamente, y nos contaba de su satisfacción cuando alguien le decía que había encontrado un mejor trabajo porque había aprendido a cocinar. Organizó también allí durante mucho tiempo sus Tés de la Amistad, a beneficio de  la parroquia, que matizaba con videos musicales o de viajes. Solía dar charlas también en el ciclo de conferencias de los sábados. Recordamos especialmente una charla que dio hace unos tres o cuatro años sobre gastronomía oriental, con un power point y un relato fantástico, sin ayuda memoria ninguno.Y  la música era como dijimos, algo que formaba parte de su vida. Siempre nos encontrábamos en el ciclo musical mensual del Socorro o en algún otro hecho, comentando precisamente las características de cada concierto.

Ahora María Adela ya no está, y la vamos a extrañar. Vamos a extrañar su alegría, su conocimiento, las actividades que organizaba, sus tés con exquisiteces, sus comentarios sobre música. Pero no la olvidaremos.

Josefina del Solar 

FOTO de arriba:

  • María Adela Baldi junto a Annamaría Muchnik en BTMG