Fatiga visual en tiempos de pandemia: cómo prevenirla
El confinamiento obligatorio que debemos guardar a raíz de la pandemia del coronavirus nos lleva a sobreexponernos a las pantallas de los diversos dispositivos electrónicos utilizados a diario como el celular, la tablet, la computadora o la televisión, lo cual provoca la aparición de la fatiga visual. Este problema se agudiza en el caso de aquellas personas que desarrollan el teletrabajo.
La dolencia presenta síntomas muy variados: visión borrosa, ardor, sensación de cuerpo extraño, ojos rojos, sequedad ocular. “En este período de cuarentena estamos viendo muchos más casos de fatiga visual que antes”, afirma el Dr. Francisco Lucero, oftalmólogo de la Fundación Zambrano. “Lo que tiene el ojo es que todo lo que sea actividad de cerca a la larga produce cansancio. No ocurre sólo con las pantallas, incluso si leemos un libro por un tiempo prolongado, vamos a terminar cansados igual. Cuando miramos objetos cercanos, hay un montón de músculos intraoculares y extraoculares que empiezan a trabajar para que podamos enfocar y eso provoca cansancio”, explica el profesional.
De acuerdo a la palabra del Dr. Lucero, hay que tener en consideración varios factores para evitar este problema. En primer lugar, es muy importante la postura. Debemos estar bien sentados, apoyando la espalda sobre el respaldo, y en una silla cómoda. “Si estamos encorvados, el ojo puede estar más abierto, así parpadeamos menos, el ojo se seca más y empieza a molestar”, aclara. La distancia entre nuestra posición y la pantalla debe estar entre los 40 y 60 cm. Asimismo, otro tema relevante son los anteojos. “Hay que ver que la graduación esté bien, que estemos bien corregidos con el anteojo correcto. Eso también es muy importante porque si no, nos podemos cansar más”, remarca. Además, es necesario tener una buena luz. Si la luz es muy tenue, produce más cansancio todavía. A la noche la fatiga visual suele agravarse por el mismo cansancio del día que se va acumulando y por las luces artificiales.
El doctor consigna que hay una regla recomendada por la Academia Americana de Oftalmología que se llama 20-20-20. Consiste en que cada 20 minutos de trabajo, descansemos 20 segundos y miremos algún objeto que esté a unos 20 pies, o sea, seis metros. “Cerrar un poco los ojos, mojarse con agua fría también puede ayudar”, agrega.
Para aliviar esta dolencia, algunos pacientes deben aplicarse lágrimas artificiales. “Es importante que los pacientes que tengan este problema vengan a consultar porque pueden necesitar cambiar la graduación del anteojo o alguna ayuda con una lágrima. Las lágrimas son efectivas pero deben estar recetadas por el oftalmólogo. En el mercado hay un montón de gotas que a veces no tienen los componentes adecuados. Por eso es fundamental la consulta, para que el profesional prescriba la lágrima apropiada para el problema”, asevera Lucero. El médico aconseja que una vez que se abre la lágrima, no usarla más de un mes porque puede contaminarse con bacterias, puede ser peligroso.
El oftalmólogo comenta que desde que se desató la pandemia descendió hasta un 20% el número de pacientes que acuden a atenderse en la Fundación Zambrano. En la entidad se realizan teleconsultas, y algunas dolencias leves pueden resolverse por videollamada. En cambio, si el problema es más grave, se debe concurrir al consultorio. “En la fundación –destaca el Dr. Lucero- estamos atendiendo respetando la distancia, tomando las medidas adecuadas, con higiene, limpiando todo con alcohol. Usamos camisolín, máscara y barbijo. Tomamos todas las medidas para que la gente no se contagie. Si quieren consultar, pueden hacerlo tranquilos”.
Laura Brosio