El Retiro como Campo de la Gloria
Por Josefina del Solar
El actual barrio de Retiro, y esencialmente el predio de la que es hoy la Plaza San Martín han estado vinculados directamente a las luchas por la defensa y reconquista de Buenos Aires en ocasión de las dos invasiones inglesas, de 1806 y 1807.
Por esos años, a comienzos del siglo diecinueve, Buenos Aires era una pequeña y tranquila ciudad colonial, capital del Virreinato del Río de la Plata que formaba parte del imperio español en América. En Europa en cambio, por esa misma época las cosas eran bastante diferentes. Los países europeos estaban inmersos en las guerras vinculadas a la política expansionista de Francia, controlada por Napoleón; e Inglaterra, en pleno crecimiento debido a su Revolución Industrial, era el país que centralizaba la lucha contra el régimen francés. En este estado de cosas, la necesidad de ampliar sus territorios coloniales, la vieja rivalidad con España –a la que veía además como aliada de Napoleón- y otras cuestiones vinculadas a la situación de Europa y América en esos momentos, hicieron que Inglaterra decidiera apoderarse de algunas colonias españolas. La elección en ese sentido recae sobre el Río de la Plata, por lo que en 1806 se va a producir la primera Invasión Inglesa a Buenos Aires, que ve así quebrada su apacible existencia.
En relación a esta primera invasión es bien conocido el hecho de la huida del Virrey Sobremonte poniendo a salvo los caudales de la ciudad. En este caso la ausencia de la autoridad máxima restó posibilidades de organización de una defensa inmediata por parte de las fuerzas locales, lo que hizo posible que los hombres comandados por el General William Beresford ocuparan los puntos más importantes de Buenos Aires, entre ellos el Retiro, donde se encontraba el cuartel de artillería. Ante la situación será Santiago de Liniers, marino francés al servicio de España y afincado desde años atrás en esta ciudad, quien se haga cargo de la conducción de la resistencia a la invasión. Esta tarea fue desde luego ardua y compleja y abarcó diferentes puntos de la ciudad, de modo que para no exceder nuestro tema haremos mención solamente, y en forma sucinta, a las acciones desarrolladas en el ámbito que nos ocupa, que va a tener por otra parte un lugar central en los acontecimientos.
Al respecto uno de los objetivos de Liniers va a ser recuperar el cuartel del Retiro y utilizarlo como base para el resto de las operaciones militares. Con este fin, desde los corrales de Miserere (actual Plaza Once), Liniers avanza con sus tropas y luego de un combate con las fuerzas que había dejado Beresford en el Retiro consigue recuperarlo en la madrugada del 11 de agosto de 1806. Al enterarse de esto el jefe inglés se pone en marcha frente a un contingente de alrededor de 500 hombres, pero al llegar a las cercanías de la actual Plaza San Martín son atacados por la artillería local y por los vecinos que les disparan desde sus casas, lo que los obliga a retroceder. Cabe acotar que en estas circunstancias la bandera inglesa, izada sobre una fragata –recordemos que el Río de la Plata llegaba casi hasta lo que es hoy la barranca de la Plaza- cae derribada por el fuego de artillería que se hace desde el Retiro. Las tropas de Liniers ocupan entonces todo el lugar, partiendo al día siguiente en varias columnas por las actuales calles Florida, San Martín y Reconquista hasta el Fuerte, frente a la Plaza Mayor (hoy Plaza de Mayo) donde finalmente se va a concretar la rendición de los ingleses.
En el sector de la Plaza San Martín situado frente a la Cancillería existe un díptico señalado como Hito de la Argentinidad n° 12, lamentablemente en malas condiciones ya que se encuentra sucio y le han robado varias placas que tenía; sólo conserva una sola, con un texto borroneado, al lado de una imagen de la Virgen de Luján. Este simple monumento recuerda al combate del 11 de agosto librado en ese lugar y que permitió recuperar el cuartel del Retiro. El texto que se lee dificultosamente dice: “Aquí lucharon y vencieron los reconquistadores de Buenos Aires el once de agosto de mil ochocientos seis en la primera invasión inglesa. 1806-1980”.
En junio de 1807 se produjo la segunda invasión –a cuyo frente se encontraba el jefe inglés John Whitelocke, esta vez con un número de hombres mucho mayor que en la ocasión anterior, aunque también la ciudad se encontraba mejor preparada para la resistencia. Liniers organiza nuevamente la defensa de los puntos clave, entre ellos el Retiro, sobre el que los ingleses consiguen sin embargo avanzar en las primeras horas de día 5 de julio de 1807. Después de una serie de desplazamientos y de sortear los disparos que se les hacen desde diferentes puntos, las columnas invasoras comandadas por el general Samuel Auchmuty confluyen en la Plaza de Toros del Retiro, cerca de los cuarteles. Allí son enfrentados por los hombres que se encontraban defendiendo el lugar, varios de los cuales son abatidos, como es el caso del teniente Cándido de Lasala y otros más. Recordemos en este punto que la plazoleta seca situada frente al Círculo Militar lleva el nombre de Cándido de Lasala, precisamente en el lugar en el que entregó su vida por la defensa de Buenos Aires.
Finalmente, y pese a la heroica resistencia de las fuerzas locales, los ingleses toman la Plaza de Toros del Retiro, claro que también a costa de gran pérdida de vidas. Posteriormente Whitelocke instala allí su cuartel general, desde donde irá enterándose de la evolución de los acontecimientos, que van siendo paulatinamente desfavorables para los invasores. Intenta además un avance que no tiene éxito, recibiendo al cabo de ello una intimación de Liniers para rendirse y evacuar la ciudad. El jefe inglés responde primero negativamente, viéndose obligado luego a pedir una tregua. Por último, y ante una nueva intimación de liniers, el comandante de las fuerzas inglesas junto al almirante Murray, jefe de la flota invasora, envían desde la Plaza de Toros con fecha 6 de julio una comunicación aceptando las condiciones propuestas. Al día siguiente se concreta la rendición y finalmente el Retiro precisamente será el lugar por donde se embarquen en retirada los invasores.
El lugar donde se encontraban los cuarteles, es decir lo que abarca hoy la Plaza San Martín, pasa a llamarse posteriormente Campo de la Gloria, en conmemoración y homenaje a los hechos allí vividos durante aquellos difíciles días de las Invasiones Inglesas.
FOTO: El Hito de la Argentinidad n° 12, visiblemente descuidado, recuerda el combate del11 de agosto de 1806 que permitió la recuperación del cuartel del Retiro (Foto: La Gaceta del Retiro).