3 julio, 2024
Actualidad

El flagelo de las víctimas por los accidentes de tránsito

El 10 de junio se celebra el Día Nacional de la Seguridad Vial. Esta fecha recuerda el día
en que cambió el sentido de circulación de vehículos en nuestro país, en 1945, cuando se
pasó de manejar por la izquierda, al igual que Inglaterra, a hacerlo por la derecha, como en
la mayoría de los países. Esta modificación respondió a mejorar las condiciones de
seguridad vial, ya que el incremento de automóviles procedentes de Estados Unidos con el
volante a la derecha dificultaba el tránsito. Actualmente, esta jornada invita a reflexionar
sobre el respeto a las normas para una mejor convivencia y la necesidad contar con
políticas públicas y mayor conciencia vial para reducir el alto índice de víctimas por
siniestros.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente 1,3
millones de personas mueren alrededor del mundo como resultado de accidentes de tránsito
cada año, lo cual los convierte en la primera causa de mortalidad de niños y jóvenes. En
cuanto a nuestro país, los siniestros viales constituyen una problemática muy seria, que se
arrastra desde hace varios años sin que haya un horizonte de solución a la vista. Las cifras
son escalofriantes. De acuerdo a las estadísticas anuales elaboradas por la Agencia
Nacional de Seguridad Vial (ANSV), en 2023 los siniestros viales se cobraron la vida de
doce personas por día.
En efecto, durante el año pasado murieron 4369 personas en 3642 siniestros viales en todo
el territorio nacional. De este total, se desprende que la mayor cantidad de fallecidos fueron
motociclistas, siendo 4 de cada 10 de las víctimas fatales (40%). En segundo lugar, los
automovilistas (25%), seguido por peatones (10%). Respecto al rango de edad, el 38%
fueron personas de entre 15 y 34 años y, de acuerdo al género, el 75% fueron hombres.
Sobre la caracterización de los siniestros viales fatales, el 53% fue por colisión, el 12% por
vuelcos y el 11% por atropellamiento de peatones. El 46% de los hechos viales ocurrieron
en rutas (mayormente nacionales) y de acuerdo a la franja horaria, sucedieron casi en
porcentajes iguales, tanto de día como de noche.
En relación a la normativa referida a la seguridad vial, se destacan dos leyes: la Ley 24.449
de Tránsito, sancionada en 1994, y la Ley 26.363 de Tránsito y Seguridad Vial, establecida
en 2008, por la cual se creó la ANSV, dependiente en la actualidad de la Secretaría de
Transporte de la Nación. El objetivo de este organismo es reducir la cantidad de muertos y
heridos por incidentes de tránsito en nuestro país.
La gestión de la ANSV se funda en diversos ejes:
– Educación a la ciudadanía. Se llevan a cabo campañas de concientización vial en todo el
país.
– Control y fiscalización. Se realizan operativos de documentación, alcoholemia, uso de
cinturón de seguridad, casco y velocidad en las principales rutas de nuestro país.
– Participación en todo el proceso de obtención de la Licencia Nacional de Conducir.-
Desarrollo del Observatorio Vial Nacional, cuya principal tarea radica en la generación de
información que contribuya a la toma de decisiones para disminuir la siniestralidad vial.
– Contacto con las asociaciones no gubernamentales vinculadas con el tránsito y la
seguridad vial.
– Emisión de los informes del Registro Nacional de Antecedentes de Tránsito como
requisito para gestionar la Licencia Nacional de Conducir.

La ANSV hace un llamamiento a las autoridades locales de todo el país a que se baje la
velocidad máxima en las calles de las ciudades y los pueblos a 30 km/h como manera de
calmar el tránsito y proteger la vida de los usuarios vulnerables de la vía pública. Ello –
aseguran desde la agencia gubernamental- no implica atentar contra la fluidez de la
circulación. Tomar esta medida también mejoraría la convivencia segura entre peatones,
bicicletas, motocicletas y autos, y estimularía los desplazamientos a pie y en bicicleta,
reduciendo la contaminación ambiental.
Asimismo, debe mencionarse la existencia del Consejo Federal de Seguridad Vial (CFSV),
que es el organismo que reúne a las máximas autoridades de seguridad vial de las
provincias para el consenso permanente en la diagramación de políticas públicas apuntadas
a mejorar el tránsito y generar concientización en la sociedad sobre la conducción
responsable.
Hace tres años se creó la Red Federal de Asistencia a Víctimas de Siniestros Viales, que
funciona a través de la Línea 149, opción 2. Esta red acompaña y asesora de forma gratuita
en las instancias posteriores a la emergencia. Brinda asistencia psicológica y jurídica,
asesoramiento sobre servicios sociales, asistencia médica y rehabilitación, traslados y
hospedajes, y ayuda económica, entre otros recursos.
En 2004 se conformó la Red Nacional de Familiares de Víctimas de Tránsito bajo la
iniciativa de Teresa Salas De Mellano y Silvia González, presidenta y vicepresidenta
respectivamente. Ambas se conocieron por atravesar el mismo dolor. Teresa, madre de
Paolo Mellano, atropellado dos años antes en una picada callejera en Vicente López, y
Silvia, mamá de Sacha Viguera, de 7 años, quien fue atropellado el 29 de marzo de 2003,
falleciendo tres días después en Santa Rosa, La Pampa.
Esta entidad instituyó la Campaña de Estrellas Amarillas, a partir de la cual se coloca una
estrella amarilla, en el asfalto o en forma vertical, en los lugares donde hubo una víctima
fatal por un hecho vial. Las cinco puntas de dicho símbolo representan los valores de
Memoria, Prevención, Ley, Justicia, Educación. El propósito es mantener viva la memoria
de quien perdió la vida y generar conciencia acerca de que todos nosotros podemos ser la
próxima víctima o victimario. La primera estrella amarilla a nivel nacional se colocó en
2005, fue la que homenajeaba a Paolo Mellano.
En la actualidad el Gobierno de la Ciudad está elaborando el Tercer Plan de Seguridad Vial,
que mantendrá la meta propuesta por la ONU para reducir las muertes por siniestros viales
en un 50% para 2030. Se fundamenta en el enfoque de sistemas seguros y Visión Cero, el
proyecto de seguridad vial multinacional que busca lograr un sistema de tránsito sin
muertes o lesiones graves.
Desde 2016, la Ciudad de Buenos Aires ha trabajado de manera sostenida para reducir las
víctimas fatales en el tránsito. Las acciones implementadas fueron sistematizadas en dos
planes de seguridad vial que alcanzaron dicha meta. El primer Plan de Seguridad Vial, para
el período 2016-2019, estableció las bases para una movilidad más segura en la ciudad. El
segundo Plan, correspondiente al período 2020-2023, consolidó estos avances y promovió
medidas efectivas que resultaron en una significativa reducción de accidentes. Gracias a
estos esfuerzos, Buenos Aires se ha convertido en la jurisdicción del país con la menor tasa
de mortalidad por siniestros viales (3,6 por cada 100.000 habitantes).
La siniestralidad vial es un fenómeno multifactorial que puede darse por la imprudencia de
los conductores, el consumo de alcohol o drogas, el mal estado de las vías o los vehículos,
la distracción de quienes van al volante y la falta de conocimiento sobre la conducción
segura, o bien, por una combinación de todo esto.

Las soluciones requieren del compromiso de organismos nacionales, provinciales y
municipales, además de la participación activa de organizaciones de la sociedad civil y
medios de comunicación. Sólo con la intervención de esta multiplicidad de actores en
conjunto es que se podrá lograr concientizar a la sociedad, prevenir siniestros y revertir los
números estremecedores actuales.
Según la Asociación Luchemos por la Vida, vinculada a la seguridad vial, más de 143.000
personas han muerto en los últimos 20 años en nuestras calles y rutas. La entidad sostiene
que los gobiernos son responsables de crear un sistema seguro de tránsito, sostenible y
solidario para proteger a todos, especialmente a los más vulnerables y lograr ciudades más
verdes, seguras y habitables. Es fundamental realizar los controles pertinentes y sancionar
severamente a los infractores de tránsito; de otra manera, la ley vigente pierde su sentido.
Laura Brosio

FOTO: El Día Nacional de la Seguridad Vial invita a reflexionar sobre la necesidad de una mayor conciencia
sobre este tema.