El Edificio Kavanagh y sus mitos
Por Josefina del Solar –
A lo largo de estos años de contacto con los lectores, más de una vez en La Gaceta nos hemos ocupado del Edificio Kavanagh, que es por otra parte una imagen inconfundible de Retiro. Pero en nuestra búsqueda constante siempre vamos encontrando alguna toma fotográfica que no habíamos publicado antes, o que agrega algún elemento de interés para analizar, y buscamos compartirla aquí.
En este caso se trata de una fotografía de alrededor de 1940 que nos muestra el inconfundible perfil del Edificio, también parte de la barranca de la Plaza San Martín, algo del entorno y atrás la iglesia del Santísimo Sacramento.
Recordamos en principio algunos datos básicos sobre el Kavanagh. Está ubicado en Florida 1065, en un terreno aledaño al Plaza Hotel que era propiedad de Ernesto Tornquist y que fue adquirido por Corina Kavanagh, quien en 1934 encarga a los arquitectos Sánchez, Lagos y De la Torre la construcción de un edificio que iba a destacarse entre los de su época -y posteriormente-, y que iba a formar parte de una transformación pensada por la Municipalidad para la Plaza San Martín y su entorno, aunque ésta no se realiza totalmente como planteaba el proyecto original. Sobre esto nos referiremos más en extenso en otra nota. Pero volvamos al Kavanagh, que atrae nuestra atención en este caso.
El Edificio en sí va a tener características especiales. Con sus 33 pisos será durante unos cuantos años el más alto de la Ciudad, y por ese entonces el más alto del mundo en estructura de hormigón armado. No sin dificultades previas, ya que despertó resistencias por su altura especialmente, se inauguró el 3 de enero de 1936.
Muchos datos pueden agregarse sobre el Kavanagh. Pero queremos aquí encarar algo en particular, que omitimos en general por considerarlo más que un mito, un absurdo. Pero en este caso quisiéramos aclararlo. Y es que no hay visita guiada, programa televisivo o charla de divulgación sobre este tema que no haga referencia a que -supuestamente- Corina Kavanagh hizo construir el edificio para vengarse de Mercedes Castellanos de Anchorena, quien había hecho construir la iglesia del Santísimo Sacramento y tenía su residencia del otro lado de la Plaza San Martín, impidiéndole así la visión de la iglesia. La venganza tendría su origen, según el repetido cuento, en alguna diferencia de tipo personal. Y no sabemos por qué esta mentira, tan fácil de retrucar, se sigue repitiendo con el gesto cómplice de quien trae una novedad muy jugosa.
Y decimos que es fácil de retrucar por lo siguiente: Mercedes Castellanos nació en 1840 y falleció en 1920. Corina Kavanagh adquiere el terreno en los años ´30 y decide la construcción del Edificio en 1934, es decir que hacía 14 años que Mercedes Castellanos había fallecido. Ante este dato concreto, sobran las palabras.
Queda sin duda lo real y valioso: ese edificio que es único en la Ciudad, y un verdadero símbolo arquitectónico de Retiro.
FOTO: El Edificio Kavanagh en una fotografía tomada hacia 1940 (AGN).