El Cuidado de los riñones en verano
Por Cristina S. Gozzi (Para La Gaceta del Retiro)
Debido al incremento de la temperatura en el planeta, hay cada vez más casos de presencia de cálculos en los riñones. Para prevenirla, los nefrólogos aconsejan modificar la dieta, bajar el consumo de sal y beber más agua, especialmente en las zonas más cálidas.
Ya hace casi una década, las conclusiones de un trabajo de investigación de la Universidad de Texas, Dallas, EE.UU., publicado en julio de 2008 en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias de ese país, preveían que el aumento de la temperatura en el mundo daría origen a mayores índices de deshidratación; y por lo tanto, a más casos de nefrolitiasis (presencia de cálculos en el riñón). En ese momento, basados en modelos matemáticos, los especialistas precisaron que el vaticinio de los climatólogos podría conducir a un aumento del 30% de los casos en algunas regiones estadounidenses. Asimismo, calcularon que eso significaría un incremento del orden de los mil millones de dólares anuales de costos en salud para el 2050 en dicha nación.
Según el citado estudio, las temperaturas más elevadas podrían conducir a expandir el denominado cinturón de cálculos renales, una zona del sudeste de los Estados Unidos donde se duplican los riesgos. Según Tom Brikowski, principal autor del estudio y profesor adjunto de Geociencia en la universidad que encaró el estudio, en promedio, los casos aumentarían un 10% en EE.UU., pero algunas regiones del medio-oeste y el noreste registrarían un alza del 30%.
El profesor doctor Armando Negri, nefrólogo, director del grupo de trabajo de litiasis renal de la Sociedad Argentina de Nefrología y miembro del Consejo de Litiasis Renal y Metabolismo Mineral de la Asociación de Nefrología de la ciudad de Buenos Aires –quien acaba de regresar de la Kidney Week (Semana del riñón) organizada por la Sociedad Americana de Nefrología (ANS, por sus siglas en inglés), que tuvo lugar en San Diego, California, EE.UU. del 3 al 8 de noviembre pasado–, afirma que los pronósticos del estudio en los Estados Unidos se están cumpliendo. “El incremento de los casos de litiasis hoy está en el orden del 11%”. Y se supone que es más alto en las zonas desérticas donde además, hay restricciones del consumo de agua por las sequías imperantes. Asimismo, señala que en nuestro país, en zonas cálidas del noroeste como Tucumán, ya se verifican altas tasas de litiasis.
Negri explica por qué el calor favorece la formación de cálculos: “Al subir la temperatura, aumenta la deshidratación. Eso hace que la orina se concentre y aumente el riesgo de que se formen cálculos renales”. Y hace referencia a la doble función del riñón: “Es el encargado de conservar la mayor cantidad de agua corporal. Pero, por otro lado, tiene que eliminar una cantidad de sales insolubles hacia el exterior. Como ambas tareas compiten, si no ingresa más agua al organismo, en algún momento, el sistema entra en conflicto y las sales se concentran y precipitan”. Ese proceso da origen a los cálculos. Por lo tanto, aumentar el consumo de agua es la primera medida preventiva. “En los EE.UU., hay campañas de salud donde se aconseja beber de 2 a 3 litros de agua por día”, señala.
Agua y dieta con poca sal para la prevención
Negri admite que siempre se supo que en los trópicos y en los lugares más cálidos del planeta, como los desiertos de Arabia, hay más riesgo litiásico. “Tiene que ver con la menor disponibilidad de agua”, acota. No obstante, reconoce que en la última década, con la comida chatarra, se ha verificado un aumento de los casos en todo el mundo, especialmente en los países asiáticos que han tenido mayor acceso a las carnes”. Y la acusada es la sal con la que se las condimenta. Negri explica el porqué: “La principal causa de litiasis es la hipercalciuria, el aumento de la eliminación de calcio en orina. De ahí que la mayoría de los cálculos sean de calcio”, aclara. Pero advierte que el proceso está más relacionado con la cantidad de sal que se ingiere que con el consumo de calcio. “Las dietas muy ricas en sal provocan más eliminación de calcio y eso favorece el riesgo de litiasis”, afirma.
En menor medida, también hay cálculos de cistina, de estruvita y de ácido úrico. “Los cálculos de cistina dependen de un defecto hereditario en el transportador renal de cistina. Los de estruvita, están relacionados con las infecciones urinarias frecuentes. Y los de ácido úrico están ligados con la obesidad, un factor de riesgo importante, ya que a mayor obesidad, hay menor ph urinario, lo que induce a una mayor precipitación de ácido úrico. Además, la obesidad predispone a la diabetes”, señala Negri.
Por un relevamiento de litiasis epidemiológico realizado en la ciudad de Buenos Aires en 2006, se comprobó que entre el 4 y 5% de la población estaba afectada por litiasis. Negri lamenta que no tengamos estadísticas actuales, pero admite que los casos han aumentado. Y a pesar de que han pasado casi diez años del trabajo realizado en la CABA, Negri destaca que fue el único relevamiento realizado en toda América Latina que se presentó en el reciente congreso citado.
Ya está comprobado que el calentamiento global incide en el aumento de los casos de litiasis. Para prevenirlos y/o evitar su reaparición, Negri recomienda una dieta rica en fibras con poca sal y tomar de dos a tres litros de agua por día; en especial, los días muy calurosos y en las zonas más cálidas.