De delitos, imputabilidad y otras aristas
La noticia fría y seca puede decir que el 8 de diciembre pasado, alrededor de las 8 de la mañana, un adolescente de solo 15 años mató de un balazo en el cuello a un hombre de 47 años en San Martín y Avenida Madero, bajo Retiro. El absurdo crimen fue para robarle la bicicleta, lo que no se llegó a concretar porque el atacante huyó, aunque fue apresado por la policía poco después, y puesto a disposición de la Justicia de Menores. Trascendió que este mismo adolescente había tenido varias entradas en la policía este año por diversos delitos.
El hombre asesinado se llamaba Dmitri Amiryan, era de origen armenio pero hacía más de 20 años que estaba radicado en la Argentina. Era especialista en quiropraxia, trabajaba en esto y tenía cuatro hijos. Varias veces por semana salía a andar en bicicleta por la Ciudad con otros amigos, según se comentó. En esta oportunidad se apartó en un determinado punto de un amigo que iba con él, lo que fue aprovechado por el delincuente para asaltarlo.
El hecho en sí, obvio es decirlo, es mucho más que un caso de inseguridad en el barrio, es una muestra de un estado de cosas, complejo y creciente, que seguramente con la situación derivada de la pandemia se ha hecho aún más grave. Los casos de chicos adolescentes que delinquen, pero por su edad son inimputables, y por lo tanto quedan enseguida en libertad, han crecido en forma alarmante. Y este caso en particular, que ha tenido bastante repercusión, aunque no se trata de algo aislado, reflotó la ya antigua polémica sobre si se debe bajar la edad de imputabilidad de los menores, al menos para delitos graves. La discusión sobre el asunto se instala en los medios, aparentemente tiene buena aceptación en parte de la opinión pública, pero hay que ver qué nivel de convicción existe en quienes pueden efectivizar la medida. Y también seguramente con la velocidad con que los temas aparecen y luego se diluyen o quedan tapados por otras noticias, pueda quedar en la nada.
Consultado el vicejefe de Gobierno porteño y ministro de seguridad Diego Santilli, por ejemplo, se pronunció a favor de que se legisle sobre el particular. También lo hicieron otros funcionarios, y algunos especialistas. Está claro que la ideología imperante no es la más favorable a esto; y que tampoco la baja en la edad de imputabilidad es una solución única, ya que, junto con ella se debería trabajar fundamentalmente en la búsqueda de soluciones a largo plazo. Estos son los grandes temas a los que debe abocarse un gobierno. Pero mientras tanto, si nada se hace al respecto, seguirán muriendo personas inocentes, y seguirán arruinando para siempre su existencia jóvenes sin destino, sumidos en una pobreza estructural que así se ve sin remedio.
Familiares y amigos de la víctima están convocando para el próximo martes 15 de diciembre a una bicicleteada a reunirse en San Martín y Madero -donde ocurrió el crimen y donde colocarán una bicicleta blanca como recordatorio del hecho y en homenaje a Dmitri- y luego a una concentración en Congreso a las 18.30.