Del Retiro de ayer
El primitivo monumento al General San Martín
Por Josefina del Solar
La Plaza San Martín, núcleo fundacional de Retiro, en su espacio central está signada por el recuerdo y el homenaje la figura del Libertador. Y su monumento es la expresión visible de esto, de modo que nos resulta interesante recordar algo de la historia de este monumento, que no fue siempre como lo conocemos ahora.
Digamos también que esa característica de espacio dedicado a San Martín comenzó a darse en la segunda mitad del siglo diecinueve. Luego de la muerte del prócer, el 17 de agosto de 1850, el progresivo reconocimiento de su excepcional dimensión histórica y de la vinculación del entonces llamado Paseo de Marte –la Plaza actual- con las campañas libertadoras como primer asiento del Regimiento de Granaderos a Caballo, hizo que el lugar adquiriera su tónica sanmartiniana. Sin embargo la decisión de erigir un monumento a San Martín en el lugar mencionado se produce a partir de un proyecto surgido en Chile para homenajear con sendas estatuas a los próceres de su independencia. Debido a la omisión de San Martín en el proyecto inicial y considerando lo esencial de su actuación en la independencia del vecino país, el historiador chileno Benjamín Vicuña Mackenna reacciona manifestando que la estatua del ilustre militar argentino debía ocupar merecidamente su lugar entre los próceres de Chile. Se conforma entonces una comisión para atender a su realización, la que contrata en París a Louis-Joseph Daumas, escultor de amplia experiencia en este tipo de trabajos. El monumento en Chile se inaugura el 5 de abril de 1863.
Mientras en Buenos Aires, y ante la iniciativa chilena, se conforma también una comisión para atender a la realización de un monumento a San Martín. Esta encomendó el trabajo al mismo escultor francés Daumas, y se hizo cargo paralelamente de la remodelación del lugar en el que iba a ser emplazado, que era el del Paseo de Marte, así llamado por la cercanía de los cuarteles. La inauguración allí del monumento –el primero de carácter ecuestre que tuvo la Ciudad de Buenos Aires- tuvo lugar el 13 de julio de 1862, varios meses antes de su similar chileno. El acto fue presidido por Bartolomé Mitre, por entonces gobernador de Buenos Aires y a cargo del Poder Ejecutivo Nacional. El monumento fue colocado en el centro de la actual Plaza, paralelo a los cuarteles y orientado en sentido inverso a como está en la actualidad. En la fotografía que reproducimos puede verse cómo era inicialmente, con la estatua colocada sobre un basamento sencillo. Estaba rodeado de una reja en cuyos ángulos se hallaban emplazados faroles a gas. Unos cuantos años después, en 1910 para el Centenario de la Revolución de Mayo, y en el marco de reformas que se realizaron en el lugar, conservando la misma estatua el basamento es reemplazado por otro mucho más importante y adornado con bajorrelieves en bronce referidos a las campañas sanmartinianas, que es el actual, realizado por el escultor Gustavo Eberlein. En la oportunidad se invirtió también la orientación del monumento.
La Plaza, desde 1878 ya llevaba el nombre de San Martín con el que hoy la conocemos.
FOTO: Antigua fotografía que muestra cómo era inicialmente el monumento al General San Martín. Estaba orientado hacia lo que es actualmente el Edificio Kavanagh.