Borges y la Plaza San Martín

Un barrio de Buenos Aires de los más vinculados a Jorge Luis Borges es sin dudas Retiro,
y en él la Plaza San Martín.
Borges nació el 24 de agosto de 1899 en una casa que ya no existe, en la calle Tucumán
840 (entre Esmeralda y Suipacha), barrio de San Nicolás. Después su familia se mudó a
Palermo, y puede decirse que éste es también un lugar muy borgeano, puede comprobarse
en su obra. Pero Retiro fue el barrio en el que seguramente más tiempo vivió: varias
décadas, las últimas de su vida en Buenos Aires.
Desde 1944 su residencia en esta ciudad fue un departamento en el sexto piso de Maipú
994, esquina Charcas por entonces, actual Marcelo T. de Alvear, a metros de la Plaza San
Martín. Era un vecino al que podía verse diariamente en lugares del barrio como la Plaza
mencionada. También se lo podía ver en sus cercanías caminando por Florida, o en la
Galería del Este, donde era habitué de la librería que allí estaba, a la que visitaba casi a
diario. Podemos dar fe de esto, lo hemos visto muchas veces por estos lugares. En el
edificio de Maipú vivió hasta noviembre de 1985, fecha en la que partió a Europa junto a
María Kodama. Y ya no iba a regresar al Buenos Aires natal, ciudad que ganó muchos de
sus versos. Borges murió en Ginebra, Suiza, el 14 de junio de 1986.
Su relación con la Plaza San Martín puede reflejarse en la fotografía de esta página, como
también en la poesía que le dedicara y transcribimos a continuación.

La Plaza San Martín
    A Macedonio Fernández
En busca de la tarde
fui apurando en vano las calles.
Ya estaban los zaguanes entorpecidos de sombra.
Con fino bruñimiento de caoba
la tarde entera se había remansado en la plaza,
serena y sazonada,
bienhechora y sutil como una lámpara,
clara como una frente,
grave como ademán de hombre enlutado.
Todo sentir se aquieta
bajo la absolución de los árboles
-jacarandás, acacias-
cuyas piadosas curvas
atenúan la rigidez de la imposible estatua
y en cuya red se exalta
la gloria de las luces equidistantes
del leve azul y de la tierra rojiza.
¡Qué bien se ve la tarde
desde el fácil sosiego de los bancos!
Abajo
el puerto anhela latitudes lejanas
y la honda plaza igualadora de almas
se abre como la muerte, como el sueño.

Jorge Luis Borges

FOTO: Borges en la Plaza San Martín. Al fondo, la Torre de los Ingleses.