Blanco y Negro entre Grises. Fotografías de Ricardo Piñeiro
Por Marcela Davidson
Ricardo Piñeiro retrata a perros en sus fotografías. Sabe y conoce qué hay en ese ser. Con sus imágenes ingresa en un conocimiento sensible, sensorial, de un animal que ha sido creado para acompañar al animal que se considera superior porque su condición dada por la razón se lo concede.
A veces en las fotografías de Piñeiro uno puede percibir una mirada o la actitud de un perro que pareciera poseer una inteligencia que la humana no es capaz de dilucidar. Quienes tenemos perro sabemos de las particularidades del lenguaje que entablamos con él hasta alcanzar un dialogo de entendimiento mutuo que nos asombra por la variedad de sutilezas que se comprenden con el gesto. Se explica esto con la frase de Ricardo Piñeiro: Amor es Amor.
Las fotografías de este artista, capturadas en distintas ciudades y lugares, representan al perro en su contexto y viviendo con plenitud su momento de vitalidad. Pareciera que el gozo cuando está alimentado de pertenencia humana, fuera el genuino sentido de la vida del perro. Piñeiro habla de amor en sus fotografías, porque reconoce que es una manifestación completamente captada por este animal, y al mismo tiempo reconocida. Hay amor en la mirada del perro a su dueño, que deja de ser dueño para transmutar a una relación parental extraordinaria, por sobre lo ordinario.
La oportunidad de relacionarse y formar un lazo afectivo entre ser humano y perro es de una sencillez y pureza leal hasta el último día de vida. Y los artistas, con la sensibilidad con la que viven, pueden como Ricardo dar testimonio de lo que es el amor del ser humano encarnado en su perro. Los perros bien amados son el ritmo del paso de sus dueños, porque ellos desconocen si sus dueños son portadores de decoros sociales o no, simplemente están a su lado. ¿Quién cuida a quién? Algunas preguntas son en blanco y negro entre los grises, como sus fotografías.
Obras de Ricardo Piñeiro en una muestra titulada Fuego Sagrado, se exponen desde el viernes 13 de Abril en Solsken, Av. Quintana 302.
FOTO: Ricardo Piñeiro en su exposición actual.