23 noviembre, 2024
Historia

Los retratos de Manuel Belgrano

Por Josefina del Solar

Por razones cronológicas, muy pocos de los próceres de la época fundacional de la Argentina han llegado a ser fotografiados.  Manuel Belgrano, de quien estamos despidiendo el año dedicado a su figura –recordemos que en junio de este 2020 se han cumplido 200 años de su muerte y 250 de su nacimiento- murió casi dos décadas antes de que se conociera al menos el daguerrotipo, esa forma inicial de la fotografía que sí pudo captar la figura del general San Martín, por ejemplo, o del almirante Guillermo Brown, claro que en ambos casos en su vejez.  Entonces, como para todas las personalidades de esas épocas, la manera de conocer su fisonomía en la forma más aproximada es a través de los retratos tomados en vida. Por eso los retratistas tuvieron siglos atrás considerable importancia, y eran muy requeridos antes de que existiera la fotografía.

En el caso de Belgrano podemos decir que todos conocemos una figura que es la que se repite en libros, en billetes y en toda ocasión en la que se lo evoque. Es que han sido muy pocos los retratos para los que posó, y esos pocos han servido de base para todos los realizados posteriormente.

El retrato de Carbonnier es seguramente el más conocido con la efigie de Belgrano

Si tomamos un criterio cronológico para mencionarlos, debemos comenzar con uno que no es el más conocido al que hacíamos referencia antes. Se trata de la llamada miniatura de Joseph Alexandre Boichard. Las miniaturas eran un tipo de retrato que estaba en boga por esa época, y que tenían, como su nombre lo indica, pequeñas dimensiones. La que mencionamos está realizada sobre marfil y tiene 6.3 centímetros de diámetro. Al dorso está escrito por mano anónima: “Retrato del General Don Manuel Belgrano pintado en Europa en 1793 por J. A. Boichard”.  Recordemos que ese año 1793 fue el último en el que residió Belgrano por sus estudios universitarios en Europa, luego de lo cual regresó a Buenos Aires para asumir su cargo de secretario del Consulado. Tenía él 23 años y estaba en una actividad muy diferente a la que le iba a tocar con posterioridad, es decir no era general ni pensaba en ese momento en ser militar, así que hay que limitarse a creer la información consignada al dorso, en la seguridad de que fue escrita bastante después de la fecha que se indica. La miniatura se encuentra en el Museo Histórico Nacional.

Pero habíamos hecho referencia al retrato más conocido de nuestro prócer. Es el que lo muestra sentado, con las piernas cruzadas, el brazo derecho apoyado en el sillón y el izquierdo sobre el muslo, sosteniendo algo en su mano que no se alcanza a distinguir. El  entorno es un salón, y la actitud de Belgrano parece algo pensativa y distante, ya que no mira hacia quien lo contempla. Este se le atribuye al retratista francés Francois-Casimir Carbonnier  (1787-1873), para quien habría posado el prócer en 1815 en Londres, cuando se encontraba allí cumpliendo una misión diplomática junto a Bernardino Rivadavia. Aparentemente lo trajo Belgrano a su regreso a Buenos Aires, junto con otro que tiene algunas diferencias con el anterior, ya que la figura está más cercana al espectador, y la mirada también está orientada hacia quien lo mira. Este retrato, también muy conocido, se considera asimismo obra de Carbonnier. El primero de los mencionados se conserva en el Museo Municipal de Artes Plásticas Dámaso Arce de Olavarría, el segundo forma parte de la colección del Museo Nacional de Bellas Artes.

Podríamos decir que poco o casi nada se ha agregado a los retratos mencionados para el conocimiento de la fisonomía de Belgrano. Todos los posteriores, incluso una litografía que se realizó en el estudio del renombrado César Hipólito Bacle, y que ya hemos publicado en una nota anterior en estas páginas, se originaron como copias o recreaciones de los dos retratos de Carbonnier.

Reconstrucción digital realizada en este año 2020

Claro que las nuevas tecnologías de hoy agregan posibilidades. En ese sentido tenemos que mencionar aquí al trabajo de reconstrucción digital del rostro de Belgrano realizado por el diseñador gráfico Ramiro Ghigliazza, quien ya había plasmado con estas técnicas otros retratos, como el del general San Martín. Las reconstrucciones digitales tienen un gran realismo ya que semejan fotografías, y se están utilizando en la actualidad con aplicación a investigaciones en antropología, por ejemplo. En el caso del trabajo de Ghigliazza se realizó con motivo del Año Belgraniano, a fin de proyectarlo en el Monumento a la Bandera en Rosario en ocasión de los aniversarios del prócer. Según hemos sabido por informaciones aparecidas en diversos medios, esta reconstrucción, además de las tareas específicas implicó también una investigación por parte del diseñador, sobre aspectos tales como el color de los ojos de Belgrano u otros rasgos de su físico y su personalidad. Eso sí: la base del trabajo estuvo en el retrato de Carbonnier.

FOTO de arriba:

  • Belgrano según la miniatura de Boichard