Heroínas del Pincel. Metáforas Visuales 2. Mary Cassatt.
Arte para pensar Por Marcela Davidson
Mary Cassatt, Marie Bracquemond, Eva Gonzalès y Berthe Morisot fueron para el siglo XIX las heroínas del pincel. Cada una se paró de frente a su época y conquistó el color para dar cromatismo a la sombra e identidad a la pincelada. Fueron pintoras impresionistas a las que su condición de mujer impidió la libertad para que pudieran desplazarse con sus herramientas subiendo al tren para poder disfrutar de la pintura “au plein air” en cualquier lugar de la campiña. Esta limitación formal no impidió la liberación en los contenidos del género habitual de los impresionistas. La representación del impresionismo fue la captación del momento en cualquier escena o paisaje cotidiano afectados por la luz. Mary Cassatt, como sus contemporáneas, se caracterizó por revelar en sus metáforas visuales un contenido conceptual camuflado por la apariencia costumbrista.
Mary Cassatt nace en 1844 en USA. Quienes cómo la artista nacían en Estados Unidos durante el siglo XIX eran aspirantes a formarse en Europa. La actividad artística a partir de mediados del siglo se realizaba en Francia, cuna del movimiento impresionista. La joven descubrió en las bailarinas de Edgar Dégas (1834-1917), los trazos sueltos, marcados, veloces y sentidos para incorporar a su expresión. Así pudo disfrutar con una nueva experiencia una orientación a su estilo propio.
Atraída por el hallazgo visual de las estampas japonesas hizo una serie de grabados similares, aunque con adaptación costumbrista occidental. La metáfora visual se multiplica en sus pasteles, dibujos, grabados y óleos. La maternidad es el tema que desarrolla con maestría técnica y sensible. Casi tomando la idealización de las madonnas italianas del Renacimiento, trasladó a una técnica contemporánea para su época la manufactura. Igualmente el ánimo idealizado se revela en el lazo exuberante del niño nutriéndose de su madre. La metáfora reveladora en el pastel titulado Maternidad de 1890, deja ver la importancia del género femenino en la sociedad. Esta es una robusta y saludable mujer que da constancia visual de su rol como responsable exclusiva por el desarrollo de su criatura. Deja constancia de que ningún hombre posee el poder para amamantar. Cassatt que no fue madre, sí pudo ser observadora. La maternidad a la que se le había atribuido el aura sagrada se transformó a finales del siglo XIX en el arquetipo de una composición artística que jerarquiza al género femenino por su poder de nutrir al nuevo mundo sobre qué significa un niño o niña que ha nacido. Esta metáfora visual de volúmenes en la composición y estructura carnal jerarquiza a la mujer y la eleva a la proveedora familiar. Refleja una nueva mujer que la propia revolución industrial fue gestando. Es el anticipo de la mujer protagonista en la sociedad, no frágil y sin debilidad, es una mujer poseedora del poder para hacer crecer a la criatura. La narrativa visual pudo haber tenido una lectora literal en su época. Tal vez por ese motivo la sociedad europea no adquirió la mayoría de su producción. Sin embargo los coleccionistas estadounidenses intuyeron el metalenguaje visible.
Cassatt es una dama visionaria que se dedica a su arte profesionalmente y logra poder sustentar su vida con la venta de la obra. En su óleo “Jules Being Dried by His Mother” de 1900, la imagen femenina se muestra exaltada por exhibir a su criatura cómo su obra. Ella es la creadora del nuevo mundo. Aunque en los albores del siglo veinte aún está visión del mundo era prematura e idealista, si podemos afirmar que en el transcurso del siglo veinte se produce un cambio paradigmático en la condición femenina.
Las artes visuales conllevan su doble expresión, la explícita, de acceso visual directo y el nivel más profundo de significados, símbolos y metáforas.
Cassatt es una artista de metáfora antropológica. La mujer es en su constitución el género fuerte, fuente de alimento para la humanidad. Ella posee una responsabilidad ética. Las obras de Mary Cassatt son la metáfora de la heroína del pincel que le dio a la representación de la lactancia el símbolo de fortaleza a la mujer emergente de principios del siglo XX.
Las figuras de su obra “Niñas jugando en la Playa” realizado en 1884 son el arquetipo del género femenino del futuro siglo XX. Niñas que se valen por sí mismas, y en la metáfora visual aluden al cambio heroico.
FOTO: Mary Cassatt: Niñas jugando en la playa. 1884.