26 noviembre, 2024
Arte

Arte Generativo: Vidal y Mac Entyre

Arte para pensar.

Por Marcela Davidson

Los acontecimientos de la vida son generativos y al mismo tiempo han sido generados por otros. Vivimos en una dinámica generativa. Como toda dinámica, el movimiento y la energía son condiciones que hacen posible que se generen desplazamientos de sucesos en distintas direcciones. El Arte de la década de los ‘60 desarrolló un lenguaje estético a partir de puntos, líneas rectas, líneas curvas, círculos. Dos artistas le dieron movimiento a estos elementos gráficos multiplicados generativamente partir de un sistema parcialmente autónomo.

Miguel A.Vidal y Eduardo MacEntyre

A partir de un acontecimiento se genera otro suceso. Redactar esta nota fue generada por la queridísima editora Josefina del Solar quien me preguntó si quería hacer una redacción en ocasión del Aniversario de los 60 años de la creación del Arte Generativo. El Museo de Arte Moderno expone la obra de sus fundadores: Miguel Ángel Vidal (Argentina, 1928-2009) y Eduardo Mac Entyre (Argentina, 1929 – 2014). En clave poética y con nostalgia, le rindo homenaje a mi maestro en la cátedra Dibujo, Miguel Angel Vidal.

Miguel Angel Vidal, de sólida formación en la Escuela Nacional de Bellas Artes  Prilidiano Pueyrredón, se unió a Mac Entyre en 1959 y juntos crearon un movimiento artístico que aceptaron denominar Arte Generativo. El término Generativo fue sugerencia del polifacético coleccionista de arte Ignacio Pirovano.  Fue acertada la denominación para un lenguaje visual que develaba una nueva captación de la realidad tecnológica. La tecnología iniciaba su vertiginosa actividad generativa.

En el siglo diecinueve el desarrollo industrial generó que el movimiento impresionista develara  la influencia de la luz sobre la materia, los posimpresionista acentuaron nociones cómo la estructura que debía percibirse también en la pintura, fue el caso de Paul Cezanne. Vincent van Gogh con las pinceladas emotivas escribió sobre las connotaciones del descanso que puede transmitir una  habitación con la cama retratada o el cansancio narrado visualmente por unos zapatos gastados. James Ensor caricaturizó las miserias humanas en coreografías de seres humanos en mutaciones de máscaras grotescas, Edvard Munch encarnó el grito de la Naturaleza en un rostro desesperado sobre un puente hacia el nuevo siglo. A partir de entonces, los ismos desde principios de siglo veinte continuaron generando hallazgos. A finales de los ‘50 Vidal y Mac Entyre formaron equipo para vislumbrar otro hallazgo. La realidad de los fenómenos físicos, hace posible tener experiencias artísticas. Al descomponer la luz blanca en sus distintas componentes (distintas longitudes de onda), una fuente de luz (rayo de sol o linterna) sobre un medio que permite la refracción de la luz como por ejemplo, un charco de  agua y un espejo inclinado a modo de prisma genera los colores del arco iris. Hay experimentos realizados con tarros de pintura perforados y sostenidos por una soga que al impulsar su movimiento pendular en el aire, la pintura chorrea sobre un lienzo generando una obra autónoma. Sin embargo sin el artista, la creación no está consumada. El artista le da sentido emocional a la obra. Sin ese toque humano, sólo habría un resultado mecánico de un fenómeno físico.

Vidal y Mac Entyre generaron arte a partir de la fenomenología tecnológica del siglo veinte. El Arte Generativo en su narrativa visual expone el desplazamiento de un punto o de una recta en  movimiento. También fueron visionarios en vislumbrar el proceso de los algoritmos que la cibernética generaría hasta para un futuro  arte visual. El artista es quien da energía y emotividad a la creación de cada obra.

Foto de arriba:

-El homenaje al aniversario de la creación del Arte Generativo puede verse virtualmente y también desde fuera del MACBA.