Apuntes sobre la Revolución de Mayo: condiciones internas que la posibilitaron

Por Josefina del Solar

Estamos en mayo, y la inminencia de la celebración de un nuevo aniversario de la
Revolución que el 25 de Mayo de 1810 significó el primer paso para la conformación de un
país independiente, que sería con el tiempo la República Argentina, nos lleva a algunas
reflexiones sobre este gran acontecimiento.
En principio debemos señalar que la Revolución de Mayo se produjo como resultado de un
complejo proceso, interesantísimo para su conocimiento y comprensión, que incluye una
cantidad de factores locales e internacionales. En términos del análisis histórico se utiliza la
palabra coyuntura para designar un momento en el que confluyen una serie de condiciones
que se relacionan entre sí – económicas, políticas, sociales, culturales- que permiten que se
produzcan determinados hechos. Ese es precisamente el caso de la Revolución de Mayo.
No podrá ser entonces un enfoque exhaustivo el que hagamos en estos breves apuntes, no
podemos pretenderlo. Solo señalaremos en este caso algunas de las condiciones principales
que se daban internamente, y que hicieron posible los hechos de Mayo de 1810.
Desde el punto de vista político, este territorio que es hoy la Argentina integraba el
Virreinato del Río de la Plata, que había sido creado en 1776 con su capital en Buenos
Aires y era parte del inmenso imperio español en América. España había creado una
formidable estructura de control y administración de sus colonias que a comienzos del siglo
diecinueve aún funcionaba con eficacia. Pero la distancia con la Metrópoli europea y los
cambios ocurridos durante los siglos de la colonia, particularmente en el desarrollo de una
sociedad que iba tomando rasgos propios, fueron creando seguramente la necesidad de una
mayor cercanía e identificación de la población con quienes ejercían el gobierno.
Por otra parte en Europa a fines del siglo dieciocho, la Revolución Francesa y su
consecuente caída de la Monarquía absoluta, iban a transformar el ejercicio del poder
político, y las ideas emergentes comenzaron a influir, a través de diferentes canales, en
algunos de los hombres ilustrados que iban a tener luego participación en los hechos de
Mayo. Es el caso de Manuel Belgrano, por ejemplo. También desde este campo hay que
destacar que se estuvo lejos, antes y durante la Revolución, de una postura política única,
que deseara inequívocamente la independencia total del poder español. Ya volveremos
sobre esto en alguna nota posterior.
La economía por otra parte, fue también un factor muy influyente en la conformación de los
hechos de Mayo. El monopolio español sobre el comercio había sido, durante los años
anteriores de la colonia, un impedimento para el crecimiento local. Ya a fines del siglo
dieciocho Inglaterra, que estaba desarrollando su Revolución Industrial, demandaba nuevas
materias primas y estos territorios podían proporcionarle elementos de gran interés en ese
sentido. Esta circunstancia, entre otras, motivó también el doble intento de ocupación
territorial que se dio con las Invasiones Inglesas a Buenos Aires, capital del Virreinato, en
1806 y 1807.

Y las Invasiones Inglesas precisamente fueron determinantes de nuevas realidades para los
habitantes de este territorio del Río de la Plata. En primer lugar, a pesar de la lucha y el
rechazo de las Invasiones, los sectores que ya pensaban en la necesidad de romper los
vínculos coloniales con España, vieron en ellas una oportunidad de lograr el apoyo inglés
para esto. A raíz de las Invasiones surgió la figura de Liniers como héroe de la Reconquista,
que va a ser además el reemplazante natural del Virrey Sobremonte, quien no había salido
airoso de la presencia inglesa en Buenos Aires. Liniers va a incidir en la conformación de
grupos políticos que participaron en los hechos de Mayo. Además las Invasiones tuvieron
como consecuencia que emergiera un grupo militar de carácter local, comandado por
Saavedra, quien en 1810 iba a ser nada menos que el presidente de la Primera Junta de
Gobierno.
No queremos decir con esto que después de expulsar a los ingleses se tuviera
inmediatamente y en un solo sentido una idea de independencia política. Pero sin duda el
haber triunfado sobre un ejército muy bien equipado, de la que era por entonces la primera
potencia del mundo, y haberlo logrado sin ninguna ayuda, solo con los recursos que aquí
había, esto dio a los habitantes de Buenos Aires una dimensión diferente de sus propias
posibilidades. También se sintió que la Metrópoli había sido la gran ausente durante y
luego de las Invasiones.
La lucha contra el invasor inglés concluyó en principio con que estas tierras siguieran
siendo territorio español, pero esto no iba a durar por mucho tiempo sin cuestionamientos.
Dejamos para una próxima nota las condiciones externas que desataron el proceso que
desembocó en la formación de un primer gobierno propio, es decir elegido en este
territorio.

ILUSTRACIÓN: Buenos Aires era una pequeña ciudad colonial, capital del Virreinato del
Río de la Plata. El cuadro de Léonie Matthis muestra la casa de la Virreina Vieja por esos
años.