El nacimiento de la televisión argentina
Hace 72 años comenzaba en nuestro país una nueva era en la comunicación y una nueva manera de ver el mundo. El 17 de octubre de 1951 nacía la televisión argentina. Ese día tuvo lugar la primera transmisión televisiva oficial para difundir el acto por el Día de la Lealtad Peronista -convocado por la CGT-, que se desarrolló en la Plaza de Mayo, y en la que serían oradores el presidente Juan Domingo Perón y Eva Duarte de Perón. La emisión fue llevada a cabo por LR3 Radio Belgrano TV, que luego se transformaría en Canal 7.
Ésas fueron las primeras imágenes que se vieron en los aparatos televisivos que se encontraban en las cercanías del Ministerio de Obras Públicas, ubicado en la Avenida 9 de Julio y Moreno, en cuya terraza se hallaban la antena parabólica de 50 metros de altura y un equipo transmisor. Desde el balcón del segundo piso del Banco Nación, Enrique Telémaco Susini -un pionero de la radio, integrante de “los locos de la azotea”-, Adolfo Agromayor y Gerardo Noizeaux, comandados por Jaime Yankelevich –otro pionero de la radio, director de Radio Belgrano-, fueron los encargados de manejar las tres cámaras que registraron la primera transmisión.
Esta primera jornada de la televisión argentina logró alcanzar los cinco kilómetros de distancia. Había apenas 450 televisores, traídos de Estados Unidos, 100 de los cuales fueron repartidos en casas de artículos para el hogar y 150 vendidos a particulares.
Si bien el acto comenzó a las 17 horas, la transmisión se inició temprano por la mañana, cuando se mostraron los preparativos del evento. Finalizado el acto, la emisora continuó con una programación que incluyó musicales y dibujos animados. Por la noche, hubo tiempo para un programa especial preparado por Susini, con vestuarios y escenografía prestados por el Teatro Colón.
La inauguración de la televisión se concretó luego de una década de proyectos experimentales y escaso desarrollo en la materia. La primera transmisión insumió más de un mes de preparación y contó con la participación del entonces ministro de Comunicación, Oscar Nicolini. El impulso estatal fue fundamental para alcanzar este hito tecnológico. Yankelevich lo sabía, por eso se aseguró el apoyo oficial.
En esa época Jaime Yankelevich era uno de los empresarios de medios más influyentes del país y conocía la televisión por sus viajes al exterior. Su hijo Miguel enfrentó un grave estado de salud y le pidió a su padre que trajera este artefacto al país, antes de morir en 1949. Es así que Yankelevich solicitó a Eva Perón –a quien conocía porque le había dado las primeras oportunidades artísticas en Radio Belgrano- el permiso para realizar la primera transmisión en la historia nacional. Ella respondió afirmativamente, pero puso una única condición: que tuviera lugar el 17 de octubre.
A fines de 1950 Yankelevich viajó a Estados Unidos para adquirir los equipos que necesitaba para “traer la televisión”. Contó con el asesoramiento de Pepe Guerrico, Daniel lkonicoff y el ingeniero Max Koelble. El equipamiento llegó a la Argentina entre mayo y junio de 1951. Un mes después se realizaron las primeras pruebas.
Yankelevich compró material de rezago, desde cámaras hasta los elementos para armar la antena. Trajo a nuestro país el transmisor Standard Electric, cables, luces, acoplamiento de antenas, dos equipos móviles, once cámaras y 450 televisores. Todo ello con una inversión inicial de unos 26 millones de dólares. Hasta ese momento el centro del entretenimiento hogareño era la radio. En 1951 se empezaron a importar televisores para que el público de a poco fuera adoptando el nuevo medio.
La instalación de los equipos demandó 45 días, en tanto que la antena fue colocada en 19 días, supervisada por un grupo de técnicos encabezados por James Ballantine (de la Standard Electric), Alejandro Spataro (de Radio Belgrano) y el mencionado Máximo Koelble.
La primera transmisión de prueba se realizó el 24 de septiembre de 1951. Participaron el locutor Fito Salinas, de Radio Belgrano, y el trío musical Los Prado al frente de las cámaras. Fueron tres horas de emisión bajo la dirección de Enrique Susini. Esta práctica dio origen a LR3 Radio Belgrano TV, que luego se convirtió en Canal 7, actualmente la Televisión Pública.
En ese histórico 17 de octubre la multitud aparecía por primera vez ante las cámaras de televisión. “En la Plaza de Mayo, un grupo de iniciados ni siquiera tenía cabal conciencia de que acababa de ingresar en algún lugar de la historia a través de una dimensión auténticamente desconocida: la de una pantalla pequeña, rectangular, titilante y plateada”, apunta Carlos Ulanovsky en su trabajo de investigación sobre la historia de la televisión.
De esta manera, la Argentina pasó a integrar el selecto club de los ocho países que disponían de la novedad, junto a Estados Unidos (cuyo modelo fue tomado como referencia), Cuba, Brasil, México, Alemania, Gran Bretaña y Francia.
Sin embargo, la noticia pasó casi inadvertida: los diarios y las revistas apenas registraron la aparición de la televisión. El hecho a destacar era el Día de la Lealtad, la multitud en la calle. La transmisión televisiva no fue más que un detalle que reafirmaba, subrayaba el acto político.
La primera etapa del nuevo medio podía asimilarse a la radio con imágenes. Por ello, buena parte del público observaba a la pantalla chica entre fascinado e incrédulo. Había, incluso, quienes se sentían defraudados. Además, los televisores eran caros: resultaban inaccesibles para las clases media y baja. Fue una primera época donde todo era precario y elemental.
Después de las primeras emisiones, Canal 7 fue dejando de operar en el edificio del Ministerio de Obras Públicas para hacerlo en el Palais de Glace y luego en un pequeño teatro que había en el Alvear Palace Hotel. Apenas unos días después de la jornada inaugural, el 4 de noviembre, se inició la programación regular, con cinco horas diarias de transmisión.
Cine, box, fútbol, catch, polo, pato, automovilismo, danza, humor, dibujos animados, invitados tenían su lugar en la grilla. “Tarde de vosotras” fue el primer teleteatro nacional. También podía verse “Variedades hogareñas” con la famosa cocinera Petrona C. de Gandulfo, y cantantes de tango y folklore. Asimismo, no faltaban las obras de teatro y el ballet del Teatro Colón.
El primer partido de fútbol televisado fue el empate 1 a 1 entre San Lorenzo y River, disputado el 18 de noviembre. En tanto, el 20 de abril de 1954 salió al aire el Primer Telenoticioso Argentino, conducido por Carlos D’Agostino. La mayor parte de los programas tenía un auspiciante privado y detrás de éste había una agencia de publicidad. “Odol pregunta”, “La Cabalgata Deportiva Gillette” o el “Reporter Esso” fueron un ejemplo que se extendió en el tiempo.
“En esa primera época de Canal 7 se instalaron todos los géneros de la televisión, que fueron creciendo y afianzándose en modo ensayo y error, con mucho amauterismo, con mucha improvisación, pero haciendo cosas increíbles”, asegura Ulanovsky.
En septiembre de 1953 el Congreso de la Nación sancionó la primera de ley de radiodifusión de Argentina (14.241) y en junio de 1954 se otorgaron las licencias para gestionar las tres cadenas de radio existentes y Canal 7.
Con la posterior incorporación de otros tres canales –el 9, el 11 y el 13- , el enorme aumento en la venta de aparatos y la llegada de capitales extranjeros la televisión argentina se transformaría finalmente en un fenómeno de masas ya en la década de 1960.
Laura Brosio