A 42 años del lanzamiento de la IBM PC, una enorme revolución tecnológica e industrial
El 12 de agosto se cumplieron 42 años del lanzamiento de la IBM PC (Personal Computer) – también denominada IBM PC modelo 5150-, una máquina clave en la historia de la computación moderna, que acercó como ninguna otra los ordenadores personales al público masivo. No era la primera computadora personal como tal pero lideró la revolución que llevaría la informática a la vida diaria. La presentación se realizó en un gran salón del lujoso hotel Waldorf Astoria, en Nueva York, en 1981.
Antes de la IBM PC ya existían ordenadores personales o microcomputadoras. Algunos con pantalla integrada. Otros, en cambio, debían conectarse a un televisor. Cada uno con su procesador, incompatibles entre sí. Pero entonces llegó IBM y convirtió su IBM PC modelo 5150 en un estándar de la industria, una computadora personal en la que se inspirarían el resto de los fabricantes.
Uno de los primeros ordenadores personales fue el IBM 610 de 1957, que en la práctica era una simple calculadora de escritorio, todo un avance para esa época. Luego, el mercado se fue llenando de modelos de máquinas de reducido tamaño, de distintas marcas a un precio económico que el consumidor podía llevarse a casa. Por ejemplo, la empresa italiana Olivetti creó varias computadoras personales.
El término de «computador personal» se manejaba desde 1972 con el lanzamiento de la Xerox PARC. Asimismo, la Altair 8800 de 1975 generó una legión de entusiastas que dos años después abrió el camino a la Apple II, a la Tandy TRS 80 y a la Commodore PET. También habían salido al mercado las Atari 400 y 800. La propia IBM fabricó en 1975 su primera microcomputadora de escritorio, la IBM 5100, que costaba 20.000 dólares. Sin embargo, estaba diseñada para profesionales y científicos.
Una de las claves del hito que significó a nivel social y empresarial la IBM PC es que logró llegar a una parte del público que hasta entonces no se tenía en cuenta en el mercado de la tecnología. Hasta la creación de la computadora personal de IBM, los ordenadores eran algo propio de universidades, empresas, organismos públicos, bibliotecas, escuelas e institutos. Otro factor importante era su precio de 1.565 dólares frente a los 9.000 dólares que costaba una IBM System 23, el modelo de computadora personal que precedió a la IBM PC.
El proyecto de computadora doméstica de IBM –denominado Proyecto Ajedrez- surgió de una reunión entre el CEO de la compañía, Frank Cary, y el gestor de sistemas para IBM Entry Level Systems, William Lowe. Ambos coincidieron en que IBM debía crear un ordenador personal cuyo precio rondara los 1.500 dólares. A este ambicioso y vertiginoso proyecto, encabezado por William Lowe, se unieron Don Estridge (desarrollo), Bill Sydnes (hardware), Jack Sams (software), Dave Bradley (interfaz) y H.L. Sparks (marketing), entre otros. En total, el equipo estaba conformado por doce personas que, a diferencia de lo que hicieron sus predecesores en IBM, fueron a buscar los componentes fuera de la empresa.
En efecto, el plan consistió en sumar componentes existentes de distintos fabricantes de equipos originales y con ello reducir costos, asegurar el suministro y ganar tiempo. Así, sumaron componentes de Intel, Motorola o Epson, y algunos de IBM pero creados anteriormente por otras divisiones como el monitor, desarrollado en IBM Japón. De hecho, los únicos elementos de diseño industrial de la IBM PC fueron la unidad del sistema y el teclado. Microsoft aportó el sistema operativo QDOS, que se llamaría PC-DOS y, más tarde, MS-DOS; incluía el VisiCalc (hoja de cálculo) y el EasyWriter (procesador de texto). En tanto, Intel aportó su procesador 8088 de 4,77 MHz. La impresora era de Epson.
Entre otras características, la máquina presentaba una pantalla monocromática con caracteres en color verde fluorescente, un altavoz para reproducir audios, una memoria RAM de 16 KB expandible hasta 256 KB, un teclado de 83 teclas, dos disqueteras de 5 ¼ pulgadas, seis ranuras de expansión, disco duro opcional, capacidad de 360 KB y la posibilidad de conectarle una impresora.
El proyecto –que fue secreto dentro de la misma IBM- fue completado en sólo un año como arquitectura abierta, en la cual otros fabricantes podían producir y vender componentes compatibles que pudieran reemplazar a los originales sin la necesidad de compra y pago de licencias. Por ello se publicaron los diseños del sistema de circuitos y los códigos del software propio para que otras compañías pudieran crear software y periféricos compatibles.
La apuesta fue un éxito rotundo: IBM llegó a vender 40.000 unidades al mes. Su diseño, sus prestaciones, su precio y la campaña publicitaria de medios y anunciante hicieron posible que personas que nunca habían comprado un ordenador se plantearan la idea de tener uno en casa. Una revolución como la que se vivió con la introducción del televisor, de la radio, del automóvil, o de la electricidad en los domicilios particulares.
Sólo unos meses después de su salida al mercado, en 1982, la revista Time nombró al ordenador como “Máquina del Año”, en lugar de “Persona del Año”, como era habitual. Por primera vez desde su primera edición en 1927, la portada no destacó a un ser humano.
Inmediatamente otras marcas empezaron a fabricar ordenadores siguiendo los mismos estándares de la IBM PC. Empresas como Compaq, Dell o HP lanzaron computadoras personales “compatibles con IBM”. Mediante ingeniería inversa, crearon sus propias versiones de la BIOS de la IBM PC, de manera que no necesitaban pagar derechos de uso a IBM. Recordemos que la BIOS (Basic Input Output System) es el sistema básico de entrada y salida; es el primer programa informático que se ejecuta al encender el ordenador. También lanzaron al mercado periféricos compatibles. Había nacido un estándar en la industria de la computación personal y el concepto de PC o Computadora Personal se convirtió en una palabra genérica de uso cotidiano.
De esa manera, la industria de los ordenadores personales comenzó a crecer a pasos agigantados: las piezas se optimizaron, la velocidad de producción se incrementó y los costos se redujeron. Toda una revolución tecnológica que no podría haber sido posible sin el lanzamiento de la PC 5150 de IBM.
La influencia de la IBM PC es tal que la palabra que todavía al día de hoy se usa en lengua inglesa para referirse a las computadoras de escritorio (“PC”) tiene su origen en este modelo (hasta entonces era habitual hablar de estos ordenadores como “microcomputadoras” en contraste con las grandes máquinas usadas en empresas y laboratorios).
El éxito entre los consumidores aumentó todavía más la presión sobre el resto de los fabricantes, que ahora tenían que construir piezas y software compatibles con el popular dispositivo de IBM o se arriesgaban a quedar relegados a una porción mínima del mercado.
El aparato también supuso un terremoto en la competencia por la primacía de uno de los sectores con mayor proyección para los siguientes años, con el recién llegado IBM imponiéndose a Apple, que había sido la firma de referencia a lo largo de los 70.
Si el desarrollo de IBM fue un gran triunfo general para toda la industria y el primer paso para los ordenadores personales que ahora disfrutamos, hay que recordar que para IBM el éxito no fue completo. La compañía esperaba mantener una posición de privilegio al reservarse los derechos de licencia de la BIOS, pero muy pronto especialistas como Phoenix, American Megatrends y Award lograron crear su propio firmware compatible (a través de ingeniería inversa) que vendieron a fabricantes como HP, Dell y Compaq.
Estas empresas comenzaron a crear ordenadores personales sin pago de royalties a IBM y más baratos que los de su competidor. El negocio de fabricación de computadoras personales de IBM llegó a su fin en 2004 cuando vendió la división a una incipiente Lenovo que comenzaba a despuntar como el mayor fabricante chino. Era el adiós al IBM PC, pero no a la era del Personal Computer que este ordenador inició.
Laura Brosio