Arte para pensar. Matices de libertad en el Eterno Femenino
Por Marcela Davidson
Afrodita, diosa de la belleza, amor y fertilidad, ha sido encarnada por el cincel o el pincel. Sabemos de ella por los poemas de Homero y Hesíodo. Desde las letras hasta la pintura, los artistas interpretaron un eterno femenino en Afrodita. Cada artista la representa con el matiz de su libertad.
Durante diez siglos la sacralidad monoteísta y cristiana silenció la existencia de esta deidad politeísta. Theotokos, Madre de Dios, María fue central en el mundo religioso occidental y en las iglesias orientales alrededor del año 500 en adelante. Un Eterno Femenino, virgen madre y sin mácula, llegó a la historia de Occidente.
Palas Atenea, deidad politeísta, virgen en su condición femenina, inspiró valor al combatiente griego. Afrodita o Venus para los romanos, le habilitaba para el placer carnal.
El Renacimiento florentino hospedaría a Venus en el imaginario neoplatónico de Sandro Botticelli (1445/1510). El nacimiento de Venus fue su obra evocadora de la belleza y el amor. Venus siendo arrimada a la orilla, por un soplo suave de Céfiro, divino viento dulce y primaveral. Horas, diosa femenina de las estaciones, espera a Venus para cubrirle su desnudez. En esta pintura, un eterno femenino oscila de la pureza mítica a la sensualidad latente. Así se aprecia el compás renacentista.
La desnudez era expresada en un contexto alegórico. La desnudez se admitió en un encuadre de narración mitológica. La Maja Desnuda por Francisco José de Goya (1746/1828) encarnará a la mujer en su eterno femenino afrodisíaco. La Maja Vestida portará un eterno femenino sagrado. Sin embargo la modelo de estas obras es la misma. Durante el movimiento del romanticismo, la libertad en continua búsqueda revolucionaria se explayó en los sentimientos. Quedaría desplazado el neoclasicismo de la Ilustración.
Inmortalizada por Giorgione (1477/1510), quien la humaniza durmiente y bella en un paisaje al aire libre. Tiziano Vecellio di Gregorio (1488/1576) le da vida por un encargo. Pinta La Venus de Urbino, Venus tumbada sobre una cama en el interior de una habitación del renacimiento veneciano. El artista tergiversa con su arte el origen de Afrodita. Cuenta el mito el origen de Afrodita sin niñez, ni madre. La amputación de los genitales de Urano por su hijo Cronos, fueron lanzados al mar. Los restos genitales de Urano en contacto con el agua se hicieron espuma. Espuma que originó a Afrodita, diosa de la Belleza, Amor y Fertilidad.
Afrodita devino en Venus para los romanos y continuó personificando su desnudez en lienzos, siglo tras siglo. La pintarán muchos artistas, como por ejemplo Diego Velázquez (1599/ 1660). La Venus del Espejo. Belleza que le da la espalda al espectador. Desde el espejo sostenido por Cupido una imagen difuminada. Diego Velázquez deja en su obra una nueva versión encriptada de Venus. Cada artista dejó su propio misterio en la Diosa.
En El Banquete, Platón da validez a los dos orígenes paternos (Urano por un lado y Zeus, por el otro). Así es como acorde al pensamiento platónico, Afrodita tiene características de un ideal de pureza y otra Afrodita terrenal y apasionada. Carente de templanzas.
Hoy, siglo XXI, la desnudez se normalizó en occidente. El Tiempo fue destruyendo un arquetipo dominante para dar origen a otra versión del Eterno Femenino. Sin embargo cada artista, cineasta, dramaturgo, escultor o músico, tiene la libertad de hacer su propia versión de Afrodita/Venus. Cada mujer también posee la libertad para diseñar su propio eterno femenino. Preguntándose a sí misma cómo puede crear su propio eterno femenino con la mejor libertad que su época.
Foto de Arriba: El nacimiento de Venus de Boticelli fue su obra evocadora de la belleza y el amor.