24 noviembre, 2024
En Retiro

El barrio se nos aparta, decía Borges

Una cosa invisible está pereciendo del mundo, /un amor no más ancho que una música./ Se nos aparta el barrio (…)/ Nuestro cariño se acobarda en desganos,/ la estrella de aire de las Cinco Esquinas es otra”.

Estos hermosos versos, no podría ser de otra manera, son de Jorge Luis Borges. Fueron escritos en 1929 y nos hablan del barrio, de este barrio que iba a ser también el suyo por muchos años, ya que vivió en Retiro desde 1944 hasta 1985 en que partió hacia Europa para morir allá al año siguiente.

No hay una forma más perfecta que estos versos de Borges para explicar una sensación como la que experimentamos a menudo, y que vemos compartida por muchos antiguos vecinos de por aquí: sentimos que “el barrio se nos aparta”, lo que quiere decir que hay muchas cosas que ya no son lo que eran. Y mucho más ahora, después de largos meses en los que la pandemia nos obligó a cambiar hábitos, formas de hacer, de comprar, de movernos en la ciudad.

Podrá decirse que es la lógica del paso del tiempo, pero no es solo eso Muchas veces decimos en estas páginas –y no es por ser autorreferenciales- cuando aludimos al pasado de Retiro y también a sus transformaciones, que no lo hacemos desde la nostalgia. Y esperamos no caer en ella tampoco en este breve comentario. Pero muchas cosas han cambiado, algunas lentamente, otras de forma más abrupta, vinculadas sin duda a otros cambios más estructurales propios del mundo de hoy.

No vamos a considerar situaciones como la gente en situación de calle, o la basura en veredas y espacios, porque si bien forman parte de los cambios en años relativamente recientes, no son solo de este barrio sino que se dan en otros lugares de la ciudad, son un problemática más amplia.

Mucho de la arquitectura característica de Retiro se ha perdido.

Pero sí podemos mencionar dos elementos significativos. Uno es la arquitectura. Retiro se caracterizó por construcciones magníficas, muchas de ellas definidas como palacios. Si bien se conservan todavía unos cuantos, y no los vamos a enumerar, muchos de esos maravillosos edificios lentamente han ido desapareciendo. Permanentemente estamos viendo y recordando construcciones, realmente muy hermosas, que ya no están. Se han demolido a lo largo de varias décadas, por distintas razones. Hoy tenemos una arquitectura mezclada, y si bien no se destruye como antes, edificios maravillosos ya no pueden volver a ser.

Y otro aspecto de los tantos que podríamos tratar –ya nos extenderemos sobre esto en otras notas- tiene que ver con las veredas, colmadas hoy en día de mesas de cafés y restaurants. Es que por la pandemia reciente muchos negocios han cerrado y el único rubro que crece es el gastronómico. Además existió durante los dos años anteriores la obligación de que cada bar o restaurant tuviera mesas en la vereda. Varias calles de Retiro parecen cafés al aire libre, sin exagerar.

Con mucha menos elegancia edilicia en algunos sectores, y un aspecto diferente en calles y veredas, Retiro está perdiendo indudablemente mucho de su señorío de otros años. Además de la extensión, por desconocimiento o por necesidad, del microcentro hacia estas calles. Veremos si eso se traduce en modernidad y eficiencia, o es parte de un deterioro que queremos y debemos evitar. J. del S.

 

Foto De Arriba: Algunas veredas parecen cafés al aire libre (foto La Gaceta del Retiro).