El Teletrabajo ¿llegó para quedarse?
Las necesidades surgidas de la pandemia de Covid 19 que hoy es marco para todas las actividades, hacen del Teletrabajo algo que se ha instalado en nuestro país y en el mundo. De todas maneras no es totalmente novedoso, puesto que ya venía implementándose hace algunos años. La Gaceta se interesó por esta problemática oportunamente con algunos informes que hoy suenan de estricta actualidad. A título de muestra reproducimos a continuación una nota aparecida en La Gaceta del Retiro gráfica –no teníamos aún la versión on line- hace ya varios años.
La Gaceta del Retiro. Buenos Aires, agosto de 2014. El Teletrabajo, una alternativa laboral que crece
La irrupción de la informática en las últimas décadas ha representado seguramente la transformación más significativa que se ha dado en nuestro mundo contemporáneo. No solamente ha revolucionado la comunicación, sino que ha generado cambios que han sido y siguen siendo inmensos en los diferentes campos de la actividad humana: la producción, el comercio, la educación, las prestaciones de salud, el entretenimiento, y por supuesto también en los modos de trabajo,
En este sentido, el dinamismo y las facilidades de comunicación propios de las nuevas tecnologías, sumados a las necesidades que surgen de las actividades actuales, productivas o de servicios, han llevado a la implementación del llamado Teletrabajo, una modalidad laboral que se encuentra en franco crecimiento y que en este momento parece no tener techo.
Digamos que prácticamente en todas las actividades, sobre todo en el ámbito urbano, se ha incorporado el uso de las tecnologías. Pero el Teletrabajo implica una serie de características específicas. El Ministerio de Trabajo, en su página oficial, así lo define:
(El Teletrabajo) “Es una forma de organizar el trabajo realizado a distancia mediante las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) en el propio domicilio del trabajador o en otro, siempre que sea ajeno al empleador”. Y sobre su desarrollo actual agrega: “Paulatinamente esta modalidad está dejando atrás su fase experimental para convertirse en un instrumento de inclusión socio-laboral instalado en la cultura del trabajo”.
Analizando más en detalle esta modalidad, es decir tanto desde el punto de vista del empleador como del trabajador, puede señalarse que presenta varias ventajas. Consultamos al respecto a Mónica Moreno, titular de MMCip y Asociados, quien tiene gran experiencia en capacitación en informática, pero también se ha volcado al teletrabajo. “Mi experiencia en esto ha sido muy satisfactoria”, nos decía. “Sin proponérmelo he sido mi propia secretaria virtual en mi actividad independiente relacionada con la capacitación informática durante 15 años, y también realicé tareas de oficina a distancia para una empresa por más de un año y medio, trabajando de lunes a viernes durante 4 horas diarias”.
Sobre las ventajas que esto presenta para el empleador, nos precisaba nuestra entrevistada que, estudios realizados al respecto sobre empresas de la Ciudad de Buenos Aires, señalan principalmente que reduce los costos en rubros como consumos de servicios (electricidad, teléfono, etc.), y en la utilización del espacio (alquiler); disminuye los niveles de ausentismo al evitar los desplazamientos; mejora la calidad de vida de los empleados, por lo tanto también el rendimientos de estos; y a partir de lo señalado tiene efectos positivos sobre el medioambiente. Y en los casos puntuales de las empresas analizadas, el teletrabajo mejoró el nivel de compromiso de los trabajadores con la empresa y permitió retener a los mejores empleados, lo que redundó en un aumento de la productividad.
Con respecto al trabajador, también las ventajas son interesantes. Entre otras, evita los desplazamientos reduciendo así los niveles de stress que estos producen, y permite realizar la tarea en un ambiente que puede adaptar mejor a sus propias necesidades físicas, de horarios, etc.
Claro que esto no significa trabajar de cualquier manera. Nos decía Mónica Moreno: “Los anuncios mencionan el trabajar desde la comodidad de su casa, pero eso no quiere decir trabajar en pijama, atender llamados personales y colgarse, o ponerse a realizar otras tareas; la comodidad radica en no trasladarse, en que no tenemos el peligro de llegar tarde al trabajo porque llueve o el subte no funciona; pero el resto es una rutina de trabajo normal, y quien la hace debe estar preparado mentalmente y alistarse para eso”. Añade que además para el ejercicio del teletrabajo se debe contar con una certificación que se obtiene, previa una evaluación, a través del Ministerio de Trabajo. (*)
Un aspecto que suele objetarse como desfavorable para esta forma de realizar tareas es que limita la socialización o el compañerismo que puede darse en un ámbito en el que trabajan varias personas, como es una oficina, por ejemplo. Comenta nuestra informante: “Pero tu trabajo es muy solitario, me dijo una amiga. Para algunas personas puede parecerlo, y es aceptable. Lo cierto es que no lo sentí así. Estaba comunicada y con mucho trabajo, no me cabía pensarlo”. Y agrega: “En este punto juegan la motivación, las inquietudes y los gustos, que son personales. Es alinearse con aquello que sentimos que nos gusta hacer”.
El caso es que para quien cuente con capacitación y sentido de responsabilidad, y disponga para trabajar con un espacio tranquilo y privado, una computadora, un buen servicio de Internet y un celular; y también para las empresas que busquen optimizar su rendimiento bajando costos, el teletrabajo parece brindar hoy en día muy buenas oportunidades.
(*) En la actualidad esto ya no es necesario.
Esta era la nota de aquellos años, que como vemos, suena hoy muy actual.
Mónica Moreno, nuestra entrevistada en aquella oportunidad, actualmente es Socia Gerente de MET IT Soluciones, y el próximo viernes 11 de septiembre, junto a otros especialistas, dará una conferencia por zoom sobre Teletrabajo y gestión empresarial. Los datos para los interesados que deseen presenciarla están en el afiche que también publicamos en esta página.