Día del Payador, un homenaje
Por Josefina del Solar
Se denomina payada a un tipo de poesía cantada con un acompañamiento de guitarra que puede ser por cifra o milonga, y que el cantor –payador- improvisa sobre diversos temas.
La payada fue muy popular y tuvo gran difusión en el campo argentino pero también en otras épocas en ámbitos urbanos como el de Buenos Aires. Y podía ser individual, en la que el cantor relataba hechos en verso o improvisaba sobre temas varios, pero también entre dos cantores que hacían entonces un contrapunto, compitiendo a ver quién podía resolver mejor con su inspiración los temas que se iban proponiendo mutuamente. Era así un duelo en el que vencía aquél que dejaba sin respuesta al otro payador.
El dominio de este difícil arte de la improvisación en verso hizo que hubiera payadores de mucho renombre, como Santos Vega, “aquél de la larga fama” como lo definió el poema de Rafael Obligado.
Otro nombre muy reconocido fue el de Gabino Ezeiza. Porteño, nació en 1858 y falleció en 1916.
Gabino disfrutó de gran popularidad. En una ocasión, en Montevideo, se enfrentó en un contrapunto con el payador oriental Juan de Nava en el que resultó victorioso el argentino, quien improvisó en la ocasión unos versos que se hicieron famosos, los del “Saludo a Paysandú”, que comienzan con: “Heroico Paysandú yo te saludo / hermano de la Patria en que nací / tus glorias y tus triunfos esplendentes / se cantan en mi Patria como aquí”.
Esto ocurrió el 23 de julio de 1884. En recuerdo y homenaje a ese día y al gran Gabino Ezeiza, en 1996 se instituyó el 23 de julio como Día del Payador.
FOTO: Gabino Ezeiza